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Enrique, en el supermercado de abajo hay cola; por favor, anda a ver si tienen harina de maíz, margarina, carne o pollo; y revisa si tienen papel higiénico; es que allí los venden al precio regulado y -ademas de tenerlos en casa- nos ahorro en la compra', comentó la señora Julia a su marido, quien inmediatamente dejó de ver televisión para ir a hacer el mandado.La señora Julia asegura que esta gastando un dineral en la adquisición de los alimentos y otros artículos que requieren en su hogar. 'Cada vez que voy al mercado gasto Bs. 300 mas en la compra'. Asegura que es difícil adquirir muchos productos al precio regulado. '¿Dónde compran la carne a Bs. 28? Tengo dos semanas que no veo la carne de primera en Pdval o en Bicentenario; estoy pagando Bs. 85 por el kilo de carne de primera en la carnicería que esta cerca de mi casa'. Añade que ni hablar del queso blanco duro o el pasteurizado, por el que paga Bs. 110 el kilo; o del pollo entero, que le sale a Bs. 30 el kilo en el mercado municipal. 'Yo trabajo, no tengo tiempo de ir a los operativos o los supermercados del Gobierno, en los que se forma una cola descomunal cada vez que tienen los productos que escasean o que se venden habitualmente con sobreprecio', dijo Julia.Su esposo Enrique paga cada mes una cuota adicional a la renta del apartamento en el que viven hace mas de 10 años, pues el dueño del inmueble no les ha podido adecuar el canon de arrendamiento por la medida de congelamiento de alquileres decretada por el Gobierno hace ya una década. 'Si no lo hago, me piden el apartamento y nos quedamos en la calle'. Ademas, paga un aporte mensual a la fundación del instituto privado en el que estudian sus hijos; 'este aporte es adicional a la mensualidad del colegio'. El caso es que en Venezuela vivimos en dos mundos en materia económica. Uno virtual, que es con el que el Gobierno -a través de los controles y políticas que ejerce sobre diversas areas de la economía- pretende contener la inflación. El otro es el mundo real, a través del cual la población se ve obligada a pagar sobreprecios o cuotas extras por diversos productos y servicios, y el costo de la vida se incrementa a un ritmo mucho mas alto que el esperado por el Gobierno; eso lo observamos o medimos en los reportes que cada mes emite el Banco Central de Venezuela (BCV) en su índice Nacional de Precios al Consumidor (Inpc).Una de las razones que esgrimen los voceros del Gobierno para hacer adecuaciones de precios distantes en el tiempo, y en muchos casos por debajo de las expectativas del sector empresarial, es que se busca proteger el presupuesto familiar y al consumidor de una hiperinflación.Recalcan que el objetivo de los empresarios es lucrarse con la venta de bienes prioritarios y que éstos nunca estan de acuerdo con los precios fijados, alegando que los mismos estan por debajo de los costos de producción.
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