Se anunció con bombos y platillos que “TVes” sería la panacea de la televisión venezolana; con una programación moderna, intelectual, objetiva, plural; que superaría la calidad de RCTV. Sin embargo, el resultado ha sido el más rotundo y estruendoso fracaso... y honestamente, había que ser bien ingenuo, para creer que podía nacer algo bueno, de tan bochornosas y cobardes circunstancias.
La programación no es ni moderna, ni intelectual y muchísimo menos plural u objetiva; las cuñas son de los cinco motores, el camino único al socialismo y loas al máximo líder (como era de esperarse)... Es decir, ¡la misma vaina de VTV, de Telesur, Vive y de todas las demás televisoras del Estado! Eso sí, pasan algunos muñequitos y documentales, documentales, documentales y más documentales; pero señores, ¡la vida no es un documental!
Ojalá fuese tan pastel como la presenta esta nueva televisora, pero cuando salgo a la calle y veo la malandrera, miseria, mediocridad cultural y educativa... ahí regreso a la Venezuela real; la del gobierno “rojo rojito”.
Basta con escuchar en la calle, en los kioscos, busetas o por puestos la opinión de la gente, para medir el rechazo colectivo; tanto al cierre de RCTV, como al nuevo canal, del que dicen es: “aburrido, fastidioso, otra VTV...” .
Pero lo más asombroso, es la desesperación de los propios chavistas por ver Globovisión. Empleados y funcionarios públicos “pensantes de closet”, están loquitos viendo ese canal; igual que el máximo líder; porque muy a pesar de su inmensa, copada, gigantesca, superllena y ultraapretada agenda, tiene tiempo suficiente para ver televisión; y lo más sorprendente, es que no ve ninguno de los casi diez canales genuflexos, sino que ve Globovisión; para después amenazarla en cadena nacional...
¿Qué tal?...
Esa frustración debe ser terrible, pues ni siquiera con el mejor espectro radioeléctrico del país, las antenas y microondas de RCTV y todos los reales del Estado logran tener éxito; llevan a cuestas una patológica adicción al fracaso comunicacional y esa suerte de “facultad metafísica”, para convertir todo lo que tocan, en ustedes saben qué... como han hecho con diversas instituciones culturales y las universidades experimentales intervenidas.
Pero este fracaso (como todos los demás) tiene una explicación: son proyectos cuya cuna ha sido el odio, un profundo resentimiento y la envida, que es: “rabia por lo que tienen los demás y tristeza por lo que ellos no tienen”. De eso, no puede salir nada bueno; y mucho menos pueden esperar, que sea bien visto por un pueblo tan noble como el venezolano. Porque, aunque secuestraron y se apoderaron de todo, padecen de una mediocridad espiritual, que jamás les permitirá saber qué hacer con lo que (por ahora) tienen.
Luis Aular Leal REGRESAR |
