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'Dos vagos de Colina Quinta Altamira intentan montar una barricada frente a El Líder. #TROPA hay que pararlos'. 'Marcha de estudiantes llegando a La California. 1:15pm #4M'. '#1AñoDeTuSiembraComandante envía a las UBCH a quitar barricada de basura opositora en Av. 3E sector Valle Frío Claret'. 'Dos Polichacao fueron arrollados por un conductor que atravesó barricada. 6:30pm #5M'. Esas informaciones navegaron por Twitter entre miércoles y jueves de esta semana, en un río de mensajes similares. Cada uno fue escrito por alguien que presenciaba el hecho, con una foto adjunta, para darle mas peso y veracidad a la información. Luego sería difundida por otros usuarios de esa misma red y serviría de insumo para portales web de los medios de comunicación, que reproducen esas informaciones en forma de noticia después de un proceso de verificación.
El economista y emprendedor David de Ugarte, en su libro El poder de las redes, define el fenómeno como 'una estrategia que persigue el cambio de la agenda pública, la inclusión de un nuevo tema en el orden del día, mediante la difusión de un determinado mensaje que sera multiplicado por los medios de comunicación y publicación electrónica personal'.
No solo es posible gracias a los 140 caracteres de Twitter. Otras herramientas útiles para registrar hechos y reconstruirlos gracias a la información que corre rapido, pero con muchos riesgos, son Facebook e Instagram, para fotos y publicaciones mas largas; YouTube para subir videos; Whatsapp, Telegram y Wicrk para intercambiar mensajes de texto, y Zello, una aplicación de comunicación punto a punto (tipo walkie-talkie), presuntamente utilizada con fines terroristas según la versión oficial.Expertos consultados señalan que la practica del ciberactivismo puede ejercerla cualquier persona que tenga un celular o acceso a una computadora con conexión a Internet y que considere que tiene algo que decir. Llegara a muchas mas personas si algún usuario con influencia (en el caso de cuentas de Twitter que pueden tener un millón de seguidores o mas), se hace eco de esa información y la 'retuitea' (comparte).
Sobre el uso que los medios y los periodistas independientes pueden darle, Ricardo Holmquist, presidente de Internet Society Venezuela, cita un ejemplo: 'Pueden consultar con diseñadores o gente que sepa de Photoshop, y con las herramientas de la red saber si una foto es real o no'. Incluso los fotógrafos lo aprovechan, señala el periodista y experto en tecnología, Fran Monroy: 'Con redes sociales como Instagram y hasta de Facebook, se logra documentar fotos que luego los periodistas utilizaran como insumos para la construcción de trabajos y presentar una información argumentada y sustentada al lector'. Un ejemplo es el reportaje publicado el 16 de febrero por UN titulado: Con armas cortas dispararon a los manifestantes. En enero de este año, el Gobierno creó el Despacho del Viceministerio para Redes Sociales, según Gaceta Oficial Nº 40.330. UN trató de contactar al viceministro José Miguel España, pero aún se espera respuesta. La recepcionista dijo que solo dos personas trabajan en ese despacho y que es una oficina prestada del Viceministerio de Estrategias Comunicacionales. El viceministro, ademas, cerró su cuenta de Twitter a las pocas horas de su nombramiento. La ministra para la Comunicación e Información, Delcy Rodríguez, denunció el mes pasado a través de Twitter que las redes eran usadas para generar angustia en la población. Antes, usuarios de esta red social reportaron un bloqueo en la carga de imagenes. La información fue confirmada por Nu Wexler, director de comunicaciones de la compañía estadounidense, pero la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela negó que el Estado tuviera que ver con esa falla. Los primeros pasos. Los ciudadanos venezolanos se convirtieron en ciberactivistas hace siete años, cuando empezaron a utilizar Internet 'para jugar un rol en la definición política de un hecho', señala Nelson Eduardo Bocaranda, periodista y experto en tecnología.
'Hacia noviembre de 2007, el movimiento estudiantil organizó marchas para protestar por la reforma constitucional. La primera convocatoria fue por Twitter, que en ese momento tenía unos 50 mil a 75 mil usuarios nada mas en el país (ahora son mas de 6 millones). Como funcionó, la gente notó que era una herramienta potencial para informar, y los medios empezaron a hacerse eco', recuerda Bocaranda. Después de eso, en prensa y televisión se incluyeron reportes por Twitter, sobre todo en coberturas electorales; los usuarios empezaron a reportar sobre la escasez, para informar dónde había harina Pan, papel, mantequilla, y hasta el trafico.Monroy señala que el movimiento se dio espontaneo hasta la llegada de las manifestaciones que se iniciaron en Caracas el pasado 12 de febrero, cuando los usuarios y periodistas empezaron a reportear de una forma mas organizada: 'Todo lo que se publicaba en Twitter caía en una especie de saco sin fondo, porque unos usaban etiquetas y otros no. Ahora es mas facil seguirle el hilo a los acontecimientos porque colocan hora, lugar exacto y una etiqueta (#) que indica el día del reporte', explica. Hoy, probablemente, esa red esta inundada de mensajes que al final llevan un '#9M', porque lo que se reporta es lo que esta sucediendo en el transcurso de este 9 de marzo.Luis Carlos Díaz, coordinador de comunicaciones y redes del Centro Gumilla, explica que el fenómeno se da como la adaptación a un nuevo escenario: 'A diferencia de otros años, en este conflicto la gente no cuenta con otros medios de comunicación, sobre todo con medios radioeléctricos, porque existe un fenómeno fundamental aquí, y es que la advertencia que hizo Conatel a los medios radioeléctricos de no dar cobertura a las protestas era para acabar la sensación de tiempo real. Entonces la gente ya no se puede enterar de lo que esta ocurriendo en el momento, y al no tener la TV transmitiendo en vivo se van a las redes, donde todo es en caliente'. Quiénes participan. En su libro, David de Ugarte explica que toda la sociedad puede participar en el ciberactivismo y que no hay un perfil específico para encajar en el fenómeno: 'Todos lo hacemos, un escritor que quiere promocionar su libro, un activista social que quiere convertir un problema invisible en un debate social, la pequeña empresa con un producto innovador que no puede llegar a su clientela o el militante político que quiere defender sus ideas'.Bocaranda señala que en Venezuela hubo un tiempo en el que el usuario que compartía información útil por las redes era de clase media alta y tenía posibilidades de acceder a un teléfono inteligente (con Internet y camara). 'Hoy en día, hasta el teléfono mas barato tiene esa posibilidad. Por ejemplo, los videos que estamos viendo de las protestas actuales tienen voces de hombres y mujeres, no sabemos si son jóvenes o no. El factor común entre todas las personas que graban o que toman fotos es el horror de lo que estan presenciando', asegura Bocaranda.
Sin embargo, el periodista Arnaldo Espinoza, jefe de Radar de Ultimas Noticias, considera dos tipos de personas al tomar fotos y video: 'Esta el entusiasta, el chamo que va para las protestas porque quiere tomar fotos, que no le importa que le caigan a bombazos. Ahí también estan los profesionales del periodismo y del fotoperiodismo, que lo hacen por trabajo, pero también hay un poco de entusiasmo que viene inherente a nuestra profesión. Y esta el vecino en su casa, que vio algo, sacó el teléfono, grabó y lo subió a YouTube'. El lado oscuro. Algunos expertos advierten del peligro de la desinformación a causa del uso inadecuado de las redes sociales. El director del Centro de Investigación de la Comunicación e Información de La Universidad del Zulia, Orlando Villalobos, da un ejemplo: 'Hemos visto fotos que han circulado y que no corresponden con lo que esta ocurriendo en Venezuela, sino que son de revoluciones de otros países. Esto nos demuestra que hay un uso perverso de las redes sociales, aunque no digo que todo lo que se publica es falso o con alguna intención de manipular'.
El experto en estrategias de comunicación política, Tarek Yorde, resalta la necesidad del periodismo para filtrar la información, digerirla, validarla, interpretarla y contextualizarla. REGRESAR |
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