El sistema eléctrico de los hospitales esta 'desfasado de la realidad' según el ingeniero Rodrigo Mijares, profesor de la Universidad Simón Bolívar (USB).Explicó que los centros asistenciales se construyeron en los años sesenta y setenta y en las remodelaciones recientes no se han cambiado las redes; por tanto, cuando adquieren un equipo nuevo, se daña porque el kilovoltiamperio no se ha ampliado.En cuanto al suministro de energía, afirmó que los hospitales trabajan con dos líneas de subestaciones distintas: 'Al caer una, la otra entra de inmediato. Si no funcionan, se activa la planta. Pero a veces lo que falla no son estos equipos, sino los transfers que hacen que una línea entre y salga la otra, y esto porque no se le hace el mantenimiento. Las plantas deberían funcionar por lo menos 72 horas. Cuando no sucede es porque no se les recarga, y eso es lo que debe estar contemplado en el plan de contingencia. Los eventos recientes, por ejemplo en el J. M. de los Ríos, evidencia que no es así'. Recordó que la USB hizo un trabajo en el hospital de niños en 1999 para dejarlo completamente operativo en materia de ingeniería clínica: 'Demostramos que podemos poner al día un centro de salud. De hecho, la Comunidad Europea tenía previsto donar cuatro millones de euros para darle continuidad al plan, pero el gobierno no llegó a concretar ese apoyo. Las plantas de emergencia, los quirófanos y todo lo que es el area clínica no debe estar en manos ni de americanos ni de cubanos. Aquí hay gente preparada. Hace tres años hicimos un levantamiento de información y encontramos que el principal problema de los hospitales es la electricidad. Cuando ocurre un apagón, lo primero que se daña son los compresores de aire y los compuestos eléctricos de los equipos. Eso es bastante preocupante, pues los trabajos de rehabilitación son muy costosos'.Por su parte, el doctor Félix Oletta, integrante de la Sociedad de Redes Científicas, explicó que en los hospitales públicos hasta 1998 las plantas generadoras funcionaban solo con gasoil. Por su alto costo y efecto contaminante, se decidió adaptarlas gas, como combustible limpio.
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