Mientras que Venezuela es uno de los mejores mercados de Chery, otras dos marcas ya producen en el país y al menos cuatro han expresado su deseo de instalarse
Es un hecho. Ya se trate de unidades ensambladas localmente o de autos importados, la presencia en el mercado de autos chinos es cada día mas pronunciada y seguira profundizandose gracias a recientes acuerdos gubernamentales, una situación que empieza a preocupar a los actores del mercado en virtud de la poca o nula planificación del arribo, en particular en lo concerniente al servicio posventa y a la distribución de repuestos. El fenómeno no es nuevo y hunde sus raíces en el año 2005, cuando las buenas condiciones exhibidas por la economía nacional y el auge de la demanda de autos, posibilitó el arribo de las primeras unidades hechas en China, una tendencia que terminó por consolidarse en 2007, cuando al menos una docena de marcas aterrizaron en suelo venezolano de la mano de empresarios locales y extranjeros. Cinascar, consorcio de origen colombiano, se convirtió en pionero de la importación de autos asiaticos, mientras que empresarios nacionales se dieron a la tarea de traer marcas como Great Wall, Dongfeng y Jac, por solo nombrar las mas reconocidas, que ademas de vender sus autos perfilaron redes de servicio bien abastecidas. Aunque años después la presencia de casi todas las marcas que llegaron en 2007 es meramente referencial, la presencia de los autos chinos sigue siendo una realidad a través de las importaciones estatales y de planes que, al amparo de las autoridades, pretenden sustituir el parque industrial actual por un atomizado complejo de ensambladoras de marcas desconocidas y, posiblemente, de dudosa calidad.... REGRESAR |