|
|
|
| El pasado miércoles 4 de febrero se conmemoraron 23 años de la rebelión cívico-militar ocurrida en el año 1992, que luego sería calificada por uno de los líderes del movimiento, Hugo Chavez Frías, como un quiebre histórico y génesis de la revolución bolivariana.Entre los argumentos que esgrimieron en ese momento los jefes de la rebelión, figuraron el rechazo a la gestión realizada por el entonces presidente de la República, Carlos Andrés Pérez; la corrupción interna de la Fuerza Armada Nacional, el descontento de los sectores medios y bajos de los distintos componentes, la fuerte represión durante el Caracazo de febrero de 1989 y la exclusión social.Igualmente, alegaron que se rebelaron contra la situación económica del país, que pasaba por un programa de ajustes a través del cual se implementaban una serie de medidas diseñadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).La insurrección se sintió con fuerza en los estados Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y el Distrito Federal (actual Distrito Capital). Se estima que en ese proceso participaron al menos 5 tenientes coroneles,14 mayores, 54 capitanes, 67 subtenientes, 65 suboficiales, 101 sargentos de tropa y 2.056 soldados alistados junto con un grupo de civiles provenientes de organizaciones de izquierda, quienes evaluaban el deterioro del país y sus instituciones.Los posteriormente conocidos como 'comacates' (comandantes, mayores, capitanes y tenientes) inspiraron su propuesta de cambio en los pensamientos y principios de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, retomando los conceptos de soberanía, pedagogía liberadora y defensa del pueblo.Los principales dirigentes de la asonada militar fueron los tenientes coroneles integrantes de la Promoción Simón Bolívar (1975), algunos de los cuales habían fundado el 24 de julio de 1983 el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200).Los jefes fueron los comandantes Hugo Chavez Frías, Francisco Arias Cardenas, Joel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta Hernandez y Jesús Ortiz Contreras. Las tareas fueron distribuidas de acuerdo con la geografía del país. La región capital estuvo bajo la responsabilidad del teniente coronel Chavez Frías, quien dirigió las acciones desde el Museo Histórico Militar ubicado en la parroquia 23 de Enero.Los combates en Caracas comenzaron cerca de las 11 de la noche del 3 de febrero y se prolongaron hasta el mediodía del 4, mientras que en el interior del país culminaron avanzada la tarde.La toma del Palacio de Miraflores comenzó en la madrugada del 4 de febrero con un ataque con tanquetas y la Brigada de Paracaidistas, simultaneo con el de la residencia presidencial La Casona. Otras operaciones se realizaron en Fuerte Tiuna, específicamente en las sedes de las comandancias generales del Ejército y la Armada, el Comando Regional Número 5, el Comando de Seguridad Urbana de la Guardia Nacional, la sede de la Disip en el Helicoide, la Comandancia de la Policía Metropolitana en Cotiza y en el canal del Estado, Venezolana de Televisión.Mientras tanto, el presidente de la República, Carlos Andrés Pérez, se encontraba en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía luego de haber participado en Suiza en el Foro Económico Mundial. Allí lo aguardaba el ministro de la Defensa, Fernando Ochoa Antich, quien le informó del alzamiento cívico-militar en su contra. El entonces Jefe del Estado se dirigió a las instalaciones de la sede de gobierno, desde donde posteriormente logró huir trasladandose a Venevisión. Desde allí, a la 1:00 de la madrugada del 4F, informó al país de la insurrección armada, condenando la actuación del movimiento cívico-militar contra su gobierno.Sin embargo, la toma de Caracas fracasó, y las fuerzas leales al presidente Pérez recuperaron progresivamente el control de las guarniciones del interior del país. Poco antes de ser trasladado a la Disip, el teniente coronel Hugo Chavez apareció en cadena nacional durante un minuto y medio afirmando que los objetivos no se habían logrado 'por ahora', y agregó: 'Yo, ante el país y ante ustedes, asumo la responsabilidad de este movimiento militar bolivariano' y ordenó a quienes aún permanecían en rebelión, especialmente en los estados Aragua y Carabobo, deponer las armas con el propósito de evitar un mayor derramamiento de sangre.No obstante, en el estado Zulia la operación denominada Reconstrucción 92 había logrado los objetivos propuestos y el maximo jefe del movimiento en la entidad, Francisco Arias Cardenas, quien se desempeñaba como comandante del grupo de artillería misilística José Tadeo Monagas, había tomado a las 12:00 del mediodía la casa del gobernador del estado, Oswaldo ílvarez Paz, y desde la misma se proclamó gobernador militar y dio a conocer a través de una emisora radial los motivos del golpe y los principios del MBR-200.Chavez Frías y sus compañeros oficiales de mayor rango fueron recluidos en el Cuartel San Carlos de Caracas, y posteriormente trasladados a la carcel de Yare, en Valles del Tuy. El líder del movimiento estuvo año y medio en prisión.En el proceso judicial seguido a los militares que protagonizaron la asonada, algunas causas fueron sobreseídas y unos uniformados que intervinieron en la rebelión cívico-militar fueron dados de baja. Posteriormente, en 1994, otros fueron indultados por el presidente Caldera a cambio de que pasaran a retiro. Mas tarde se conoció que los líderes de la asonada estaban conspirando y planificando las acciones desde hacía 10 años.Sólo diez meses después tuvo lugar el movimiento del 27 de noviembre, que se considera una prolongación directa de la del 4 de febrero del 92 protagonizado por el denominado 'Movimiento Cívico-Militar 5 de Julio'.Repercusiones políticas del 'por ahora'La rebelión militar del 4 de febrero de 1992 no sólo trajo consecuencia para los militares que participaron activamente en el proceso, sino también para algunos políticos que en aquel momento ocupaban posiciones claves en el Congreso de la República y el Alto Gobierno.El entonces presidente de la República, Carlos Andrés Pérez, aunque en los días posteriores recibió la solidaridad de los mandatarios de muchos países, en 1993 fue destituido por malversación de fondos.El entonces senador vitalicio Rafael Caldera pronunció un discurso en la sesión extraordinaria del Congreso, posterior a la asonada, que lo catapultó para ocupar la Presidencia de la República, y donde echó por tierra la tesis del magnicidio contra Carlos Andrés Pérez como motivo de la insurrección, y señaló que el movimiento respondía a una crisis mas profunda de la democracia y sus instituciones.Por su parte, el senador por AD, el abogado David Morales Bello, expresó ¡mueran los golpistas!, frase que para algunos analistas causó un enorme daño a la tolda blanca a pesar de no encontrar eco ni siquiera en su propio partido.Posterior a estos sucesos, Morales Bello abandonó la actividad política.... REGRESAR |
| Fecha publicada: 09/02/2015
Fuente: Ultimas Noticias
Tema: acerca
|
*** noticias no disponibles *** |
|
