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A sólo tres meses para la entrada en circulación del bolívar fuerte (BsF), algunos analistas desestiman los posibles beneficios de esta decisión económica. "La reconversión monetaria por sí sola no atacará el origen del problema inflacionario", expresó José Manuel Puente, economista y profesor del IESA. Aunque la inflación anualizada alcanza 15,9% y es la más alta de América Latina, Puente considera que "todavía no está fuera de control", por lo cual la eliminación de tres ceros a la moneda no es la decisión adecuada para revertir esta situación.
Para frenar el alza en los índices de precio al consumidor es necesario disminuir el nivel del gasto público, reducir el exceso de liquidez y generar incentivos que estimulen una mayor producción de bienes y servicios por parte de la empresa privada, explicó Puente durante el foro sobre la reconversión monetaria que celebró ayer la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Arauco).
Además de la "elevada y persistente" presión inflacionaria, advirtió que el entorno macroeconómico que atraviesa el país no es el idóneo para la incursión de un nuevo cono monetario.
La disminución de la producción petrolera, el aumento sostenido de las importaciones, así como desajustes fiscales donde los gastos superan los ingresos, son otros de los factores que afectarán la efectividad de la transformación monetaria propuesta por el Gobierno.
Por su parte, el economista César Aristimuño señaló que la aplicación aislada de la sustitución monetaria no generará estabilidad económica y ratificó que es necesario un conjunto de políticas que ajusten la inestabilidad macroeconómica, pero hasta la presente fecha "no hay indicios" de que eso esté ocurriendo.
Para Aristimuño, "un bolívar fuerte no se decreta sino que se gana con confianza" y a través de esta política monetaria no se generará dicha credibilidad, por lo que desde su óptica esta medida sólo ocasionará gastos, pero no correcciones al sistema económico.
También alertó sobre los posibles riesgos que podrían surgir en la práctica con la transformación del cono monetario, por lo que subrayó que "el tema del redondeo es muy importante y complejo".
Según las autoridades, la reducción de los tres ceros a la moneda simplificará las transacciones comerciales sin que los productos pierdan valor, pero Aristimuño cree que en la economía informal podrían registrarse operaciones que perjudiquen el bolsillo de los consumidores.
El hecho de que en ese sector comercial las operaciones puedan realizarse manualmente, que falte información y que haya menor fiscalización por parte de las autoridades podría ser propicio para que se cometan irregularidades en los redondeos. Estableció como ejemplo que si un producto que cuesta 6.800 bolívares y tras la conversión al bolívar fuerte queda en 6,8, podría redondearse hasta los 7 BsF.
Advirtió que en los primeros meses de 2008, tiempo en el que coexistirán el bolívar actual y el fuerte, podrían generarse fraudes con los montos de los cheques o tarjetas, así como también numerosos errores de cálculo en las transacciones REGRESAR |
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