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En las bases filosóficas y sociológicas del proyecto del Sistema Educativo Bolivariano (SEB) del Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE) se menciona con insistencia el tema de la democracia y la participación.
Al respecto se lee: "El SEB tendrá como fines esenciales la defensa y el desarrollo de las personas, el respeto a su dignidad, al ejercicio democrático de la voluntad popular y la construcción de una sociedad más justa".
Hasta ahí todo bien. El lado oscuro de la propuesta es que la democracia se limita a un enunciado. Los contenidos de los núcleos de aprendizaje: El lenguaje como expresión del pensamiento sociopolítico y económico del ser humano, del primero al cuarto año, no se refieren al proceso histórico y desarrollo de la democracia en el ámbito mundial y nacional. Apenas en el quinto año se hablará de: Actualización sobre los movimientos por la igualdad, la libertad y la democracia frente a la explotación y El pensamiento en la democracia representativa.
En la propuesta del SEB parte de la historia contemporánea del país, es decir la lucha de los dirigentes políticos contra las dictaduras de Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, el 23 de Enero de 1958 y el Pacto de Punto Fijo, entre otros hechos, es obviada. Al parecer esa etapa se despachará bajo título: Evolución política y económica venezolana: Identidad nacional.
Pero hay más. El aprendizaje de la democracia no será como un sistema de libertades del individuo frente al Estado. Su enfoque, desde el inicio del liceo Bolivariano, apunta el poder comunitario y colectivo.
En el primer año se estudiará: "La comunidad indígena y la convivencia colectiva. Pensamiento de los afrodescendientes y su aporte a lo cultural".
En el próximo período el contenido versará sobre: "La participación comunitaria como derecho del colectivo. Las organizaciones comunitarias. Los consejos comunales. El trabajo comunitario y las formas de organización para el desarrollo endógeno".
En el tercer año los estudiantes aprenderán: "La participación comunitaria como derecho del colectivo. Las organizaciones comunitarias, otras formas de organización para el desarrollo endógeno sustentable. Los consejos locales de planificación pública, las cooperativas, entre otras".
En cuarto año no se aborda el tema. Pero en el quinto se señala: "Uso y conocimiento de los medios tecnológicos para la participación comunitaria del ciudadano(a), como derecho del colectivo. Implicación en las formas de organización para el trabajo comunitario y el desarrollo endógeno sustentable, utilizando adecuadamente los diversos medios tecnológicos".
El docente Robert Rodríguez, alerta que esa omisión de la lucha por la democracia, y el Pacto de Punto Fijo, también se nota cuando se presenta en un solo bloque el estudio de la historia de 1830 a 1998.
"Se sesga, se rebate la historia de esa manera brutal. En especial quieren borrar los cuarenta años de democracia".
Destaca que se presenta en separado la etapa del inicio del proceso revolucionario a partir de 1999 como parte del adoctrinamiento.
En lo que sí hay un desmedido énfasis es en la gesta independentista, sobre todo, en los jefes militares de la época. De ahí que se estudiará hasta la saciedad a lo largo del SEB las ideas de Simón Bolívar, Ezequiel Zamora, José Félix Ribas y Francisco de Miranda.
Al parecer, la historia del país se limita a ellos. José Antonio Páez, por ejemplo, fue execrado del altar de los héroes patrios.
Doctrina pura
El primer comentario de la docente Raquel Figueroa, tras la lectura del proyecto de SEB, es que es un mecanismo de adoctrinamiento.
"Es parte de la misma ofensiva que desde hace tiempo se viene ejerciendo para tratar de copar definitivamente todos los espacios del sistema educativo venezolano, y consecuencialmente tener la hegemonía, el dominio y el control de la sociedad venezolana", apunta.
A su entender, y recordando las palabras de Prieto Figueroa, según las cuales la orientación de la escuela dependerá de la orientación política del Estado, la docente destaca que bajo el tema del "bolivarianismo" y "socialismo del siglo XXI", se pretende un sistema educativo basado en una doctrina o "ideología" que tendrá como necesidad "el transformarse en un aparato censurador de todo saber, de toda teoría contraria a la doctrina oficial".
Para el docente e investigador sobre el tema de la ideología educativa Tulio Ramírez, los contenidos son la expresión de la política del Gobierno. No es una educación pensada en términos amplios, y su reducción se evidencia cuando el socialismo del siglo XXI, el colectivismo y el poder comunal son los ejes de la democracia que dicen postular.
Figueroa agrega que todo sistema educativo que se base en el adoctrinamiento es represor del saber y se convierte en un censor. "Tiene sus raíces esta actitud o filosofía en la represión que ejercía la Iglesia en el pasado medieval contra toda doctrina contraria a la oficial".
Por su parte, la directora de un colegio adscrito a la Alcaldía Metropolitana, que reservó su nombre, considera que si bien el qué, es decir los contenidos, tienen un cariz ideológico-político, el cómo, es decir su aplicación, evidencia la poca formación pedagógica de quienes diseñaron el currículo.
"Es un cúmulo de buenas intenciones en cuanto práctica pedagógica, pero con un terrible sesgo en su contenido. El tema es que será cuesta arriba su implementación. Ya comenzaron a extender los plazos para su aplicación", refirió.
De mirada corta
Otro tema que llama la atención del currículo es el chauvinismo que gravita en sus contenidos. Para los técnicos del MPPE, el mundo se acaba en América Latina y el Caribe. Los demás continentes son suprimidos o tratados muy superficialmente desde el plano económico.
Este programa es contradictorio de acuerdo con la política internacional del Ejecutivo que apunta a la región de Asia, Medio Oriente, Europa y África.
En el tema de la integración política y económica del país también se sesga la historia. En el currículo de tercer año el contenido apunta a: El ALBA como contraposición al ALCA. Mercosur, Petrocaribe, Petrosur.
Para el olvido quedó la Comunidad Andina de Naciones (CAN), donde Venezuela fue país fundador. Por igual, el Grupo de los Tres -México, Colombia y Venezuela, y el Grupo Contadora -Colombia, México Panamá y Venezuela- creado para promover la paz en Centroamérica. REGRESAR |
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