Los venezolanos decentes estamos acorralados. Invadidos por la delincuencia en todos los órdenes. En nuestra vida diaria, andamos alertas cuidandonos permanentemente de un asalto, de un robo, de un secuestro o, peor, de un homicidio. Hay que estar bien desubicado para exhibir prendas que reflejen algún valor. Igual con los vehículos, la consigna es circular... REGRESAR |