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Arropados en la penumbra de la madrugada, los integrantes de 190 familias se apostaron a las afueras del palacio de Miraflores para exigir que se les entregue un hogar.
Con pancartas que rezaban "Hasta la victoria siempre: por una vivienda digna" y "Ministro Carrizález: abóquese a la corrupción en la entrega de viviendas", un grupo de mujeres, con franelas rojas, gritaron consignas y cantaron el Himno Nacional ante la mirada indiferente de los policías metropolitanos que custodiaban la esquina de Bolero.
La dirigente de los manifestantes, Victoria Rodríguez, explicó que tienen dos años esperando que Fondur les asigne alguno de los 600 apartamentos que forman parte del conjunto habitacional Mundo Plaza, ubicado en el municipio Urdaneta del estado Carabobo.
De acuerdo con Rodríguez, los funcionarios encargados de la asignación de las viviendas negocian las unidades habitacionales, bien sea porque se las otorgan a amigos y familiares o porque las venden por cuatro millones de bolívares a personas que provienen de otras regiones del país.
A pesar de que la presidenta de la Organización Comunitaria Venezolana Mundo Plaza obtuvo su apartamento el pasado mes de diciembre, no ha querido quedarse en su hogar sino ayudar a los vecinos de la zona, que se encontraban en la lista de Fondur, a obtener la vivienda que a ella le costó gran esfuerzo.
Conforme pasaron las horas y el sol alcanzó el cenit, los manifestantes comenzaron a dejar espacios libres en lo que había sido una cadena humana que impedia el paso de ve- hículos y motorizados hacia Miraflores.
Fue entonces cuando un distinguido de la Casa Militar se acercó al grupo para indicarles que el secretario de Fondur se encontraba en el palacio y que estaba dispuesto a hablar con una delegación de seis personas.
Los manifestantes se negaron a abandonar su lugar en el asfalto, pues no querían conversar sino que les dieran una solución. "Hay que desenmascarar al presidente de Fondur", exclamó un joven. REGRESAR |
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