Caminar con guardaespaldas debe generar una sensación única de seguridad. Protección y resguardo a costa de otros, lejanos y prescindibles. Ejercer el heroico rol de un burócrata revolucionario es de seguro, algo super incómodo, extremo. Tanta comodidad y protocolo, tanto poder sin control, tanta libertad para no hacer nada y hacer que no lo parezca... REGRESAR |