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Un presidente es el patrón de conducta a seguir por todos sus connacionales. Los seres humanos imitan el comportamiento de sus padres, de sus maestros, de sus autoridades. Por ello, un presidente debe ser el ejemplo. Cuando Hugo Chavez, en uno de sus primeros discursos en Los Próceres, avenida de rigurosos desfiles militares, donde se honra a los patriotas venezolanos, hizo la pregunta al público y en televisión nacional, ¿Cómo no iban a robar los pobres para dar de comer a sus hijos?... Marcó un hito que a la postre sería funesto para la sociedad: Los niveles se criminalidad se dispararon. Muchos que no habían robado, sintieron que la maxima autoridad los incitaba a ello. Y para muchos policías y autoridades fue una orden de no hacer nada ni de perseguir a delincuentes, y una incitación para hacer lo mismo que los pillos. Después de 17 años, se vive en Venezuela en absoluta inseguridad y criminalidad.
Igualmente, cuando el gobierno de Chavez justificó el saqueo generalizado que hubo en Venezuela entre el 27 de febrero y el 8 de marzo de 1989, conocido como el 'caracazo', y convierte esa funesta fecha en un día para conmemorar, se legalizó la barbarie. En el presente, ¿Cómo hoy Maduro puede evitar los constantes saqueos en todo el país si estan haciendo lo que Chavez y el mismo han consagrado?
Chavez, también fue el presidente que irrespetó a su entonces esposa, la primera dama de la República María Isabel, en público y a través de los medios de comunicación diciéndole: 'Esta noche te voy a dar lo tuyo''¦ Y cuando perdió el referéndum donde quería aprobar una constitución comunista, con el alto mando militar detras de él, espetó a la oposición triunfante, en una transmisión de radio y televisión obligada a todos los medios el siguiente improperio: ''¦ Tuvieron una victoria de mierda'. Parece increíble que los profesionales del uniforme, los oficiales de las fuerzas armadas que siempre han tenido una imagen de ser unos caballeros de honor y respeto, hayan aceptado que sus últimos dos comandantes en jefe sean hombres de hablar con deshonor y de muy escasa caballerosidad. Incluso, tolerando en esa oportunidad que un presidente le manifieste a la mayoría del Pueblo que expreso su voluntad con votos de no querer vivir en una sociedad comunista, un insulto de esa calaña.
Ni hablar de las incontables palabras soeces, vulgares y groseras que pronunció públicamente a lo largo de su presidencia y que hoy copia el actual presidente, ni del enaltecimiento de la vida disipada en detrimento de los valores de la familia.
Organización de Estados Americanos
Hace unos días, este pupilo de Chavez, Nicolas Maduro, en un idioma aberrante y malhablado, le responde al secretario general de la OEA, Luis Leonardo Almagro Lemes, en relación a un informe que presenta, solicitando que el gobierno de Venezuela cumpla con su Constitución y sea realmente democratico, que 'enrolle' el informe y que 'se lo meta donde le quepa'. Palabras que la canciller Delcy Rodríguez, universitaria de la UCV, profesional del derecho, con estudios en Francia, ignorando su educación, cultura y el idioma diplomatico '“pero eso sí- siguiendo a su maximo líder, Nicolas Maduro, remeda la atorrante frase, y la presenta ella misma ante un escenario de diplomacia multilateral quedando desacreditada en extremo y dejando a la mayoría de los venezolanos con una profunda vergí¼enza.
Mas tarde, Nicolas Maduro, en un acto con niños y estudiantes señaló algo con palabras, pero que con sus acciones y verbo desmiente: 'Estamos trabajando para que Venezuela sea un Pueblo culto y educado'. Sin embargo, en esa misma perorata, pocos minutos después, llamó a esos mismos jovencitos a empuñar un fusil, como si las armas los haran mas sabios e instruidos.
El rencor
Lamentablemente, Nicolas Maduro es un resentido social igual que Chavez. El resentimiento es un comportamiento, o manera de proceder de algunos impulsados por el odio, o por el rencor producto de una errada interpretación de la realidad.
En el caso de Chavez y de su aprendiz Maduro se trata de una concepción equivocada, comunista y leninista de la relación que debe existir entre los venezolanos para desunirlos. El propio Marx la definió en su Manifiesto Comunista: 'Toda la historia de la sociedad humana'¦ es una historia de luchas de clases'¦ en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida'¦ que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de las clases dominantes'. Y, así como Marx les enseñó el método de la lucha de clases, Lenin les estableció otro parametro, el odio de clases, al cual denominó el motor de la revolución comunista.
Hugo Chavez primero, y su imitador Nicolas Maduro luego, han sembrado de odio social a Venezuela. Ellos han sido los patrones de conducta mas destructivos de la historia, después de José Tomas Boves, alias 'el urogallo', o 'la bestia a caballo'.
Este odiado enemigo de la libertad, Boves, también se valió del resentimiento y el odio social para desatar una catastrofe contra el ejército independentista, asegurando la caída de la Segunda República.
Hoy Maduro, con un patrón de comportamiento similar, terminara con la mal llamada Quinta República arrastrando y la historia se repetira, los verdaderos patriotas ganaran el futuro.
Lo positivo, a diferencia de la salida del gobierno de Perón en Argentina, es que a Juan Domingo lo tumbaron cuando aún los argentinos creían en él y en su difunta esposa Evita. En el caso venezolano, Maduro le ha enseñado al pueblo hacia donde conduce todo experimento comunista o populista y no evocara ni a Chavez ni al cada vez mas desaparecido chavismo. Maduro se ha ocupado de enterrar este nefasto período de gobierno rojo, rojito.
El odio social
El odio dirigido en contra de razas o a ciertos sectores sociales forma parte del odio social. Se fundamenta en la clasificación de la gente. La idea es crear enemigos ficticios, quienes pasan a convertirse en reales para quien cree esa 'única verdad'.
Se culpa a alguien por pertenecer al grupo 'mal visto' o 'denunciado' y se promueve la mentalidad de 'unos' contra 'otros'. No es mas que una astuta manipulación de la conducta humana por parte de jefes de gobiernos autocraticos para imponer su poder y sus doctrinas.
Hitler, a pesar de ser adverso a los comunistas, aplicó el odio como motor de su 'revolución' nacionalsocialista (nazi) y para lograrlo, en lugar de la lucha de clases como método, y para diferenciarse de los comunistas, uso la lucha racial contra las 'razas inferiores' como definió a la judía, pero, presentandoles como los ladrones comerciantes y como la oligarquía que había robado al pueblo germano. En el fondo, fue una mezcla de racismo y lucha de clases. Su categorización significó la muerte de millones de seres humanos en el holocausto.
Fidel Castro dividió a los cubanos entre 'gusanos' y 'revolucionarios', y miles de cubanos fueron fusilados o presos por ser 'gusanos'. Cabe señalar que lo que designaba esta grotesca forma de llamar a un ser humano era el no estar de acuerdo con el castro-comunismo.
También en la guerra genocida de Ruanda, se llamaba a los adversarios 'cucarachas''¦a las que había que exterminar.
En el presente, Nicolas Maduro llama a los honorables diputados, 'traidores', y a dignos empresarios, 'pelucones'.
Al aplicar este odio social la sociedad se divide en raza superior versus raza inferior, o los 'buenos' contra los 'malos'. Chavez comenzó, entre 'escualidos' versus 'bolivarianos', luego entre 'patriotas' y 'majunches'. Siempre usando términos despectivos y discriminatorios porque escualido significa sucio, asqueroso, macilento, según la Real Academia de la lengua, y majunche es mediocre, deslucido.
En el presente, se fomenta igualmente la separación entre los 'buenos' del oficialismo y los 'fascistas', 'traidores' o la 'derecha', los 'criminales' como a Leopoldo López o etiquetando como 'ramera' o 'jinetera' a una digna mujer de temple como María Corina Machado.
Ademas, diferencian a los oficialistas, de los demas al distribuir la comida o los medicamentos entre los 'buenos' que se portan 'bien' con el gobierno y negandole a los 'malos' estos vitales insumos de vida.
Esta codificación conduce a la división, a la enemistad de los venezolanos y a la creación de enemigos entre seres iguales, lo cual viola la Constitución, y la Carta de los Derechos Humanos, ya que prohíben cualquier tipo de discriminación.
El problema del odio social que genera este método de lucha política, es que su final previsible son la violencia o la segregación del grupo odiado por el gobernante, como ocurrió en la tristemente célebre lista Tascón, y que ahora se pretende revivir con los firmantes del revocatorio.
Esta forma lucha política cuando se han aplicado sus parametros ha culminado en violencia contra el grupo odiado, como ya comienza a suceder en Venezuela, y en otros casos ha derivado en guerras entre Pueblos (Alemania, Kosovo, Croacia, los Balcanes, Camboya, Irak, Siria, Libia), guerras civiles (España, EE.UU., Ruanda) golpes de estado (Chile) o revoluciones (URSS, China, Cuba).
No nos llevemos a engaños
Basta leer la historia de Venezuela para darse cuenta que lo explicado ya ha ocurrido no una sino muchas veces. Este enfoque no tiene nada de teórico sino un efecto muy practico en el porvenir inmediato de Venezuela: Pareciera que algunos dirigentes políticos del post-chavismo se encuentran acorralados y en su momento político mas peligroso. Es su hora decisiva y van a hacer cuanto esté a su alcance para tratar de imponerse usando todos los recursos que hallen disponibles para conservar el poder.
Uno de los combustibles que le dara fuerza a su lucha sería el Odio Social. Hoy practicada cada día mas por el actual presidente.
El rencor o resentimiento de quienes pregonan el odio social puede inducirlos a intentar acciones vengativas ofensivas supra constitucionales, e intentar colocar al país al borde de una guerra civil.
No obstante, estamos convencidos que no tendran éxito si lo intentan. En realidad lo que se denomina 'guerras civiles', siempre son conflagraciones militares y armadas. Si la Fuerza Armada de Venezuela se mantiene unida institucionalmente, no habría guerra civil.
Lo que sí se avecina es una verdadera guerra política en los próximos tres meses'¦ No habra términos medios, y si este conflicto escala y, comienza cada extremo a radicalizarse, y tratan de hacer uso de poder de fuego, las fuerzas armadas tendran que tomar cartas en el asunto, y evitar un baño de sangre. Tendrían que restaurar la paz de la República y la vigencia plena de la Constitución Nacional.
Aunque parezca tarde porque llevan 17 años plantando, le recuerdo a Maduro que quien siembra odio recoge tempestades... REGRESAR |
| Fecha publicada: 05/06/2016
Fuente: Informe21
Tema: politica
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