Por la expresión aliviada de su hocico y el movimiento pausado de su tórax al respirar, debe estar soñando que se ganó unas vacaciones en una carnicería. Hay poca gente en la zona y ningún ruido perturba su siesta después del almuerzo.
La entrada a RCTV, un martes de octubre en plena discusión de reforma constitucional, está despejada. Hace cinco meses, el perro no hubiera encontrado lugar para echarse.
Las imágenes de ángeles y vírgenes permanecen en el lobby, como en mayo. No hay cola para chequearse con la recepcionista y de inmediato llega alguien de prensa para iniciar el recorrido. Hace cinco meses, periodistas extranjeros y de casi todos los medios del país se peleaban por un espacio en la agenda de relaciones públicas del canal para entrar a cubrir el fin de la transmisión en señal abierta después de 53 años. La noticia vivía alquilada allí.
Los días anteriores y los posteriores al cierre de RCTV convirtieron a la calle 500 de Quinta Crespo en esa confabulación de coraje con llanto fácil que prologa una pérdida ineludible. A pesar de lo reciente del enfrentamiento en la sesión de la Asamblea Nacional en el Complejo Cultural Teresa Carreño, del que una periodista de El Observador salió herida, por aquí, en la misma calle, no hay ambiente de reivindicación.
Ahora, sólo un tarantín donde venden la memorabilia "Alto pana" que medio país vistió, recuerda que puertas adentro continúa una lucha de cinco meses, a pesar que desde el 16 de julio transmiten su señal por cable y la ansiedad en los pasillos ha bajado. Todavía el canal no ha recibido ninguna prueba por parte del Gobierno que valide la decisión de no renovarle la concesión por incumplimiento de alguna ley.
Compromiso. La reforma curricular, la escasez de leche, el maletín de Antonini, los 69 artículos de la Constitución modificados a puerta cerrada, el canje humanitario con las FARC, la confederación de naciones con Cuba, el tabique fracturado de Yon Goicoechea.
El socialismo bolivariano se alimenta del ejercicio sistemático de cambiar la locación y el decorado de la telenovela para que nadie entienda bien las intenciones del guionista. Es así como "el caso de RCTV" perdió exposición en la opinión pública y hasta parece un tema de otra era geológica. Hace unas semanas, los periodistas de la región le dieron a Marcel Granier, presidente de Empresas 1BC, el Gran Premio de la SIP.
Fue un reconocimiento que refrescó la memoria en casa. La vecina volvió a hablar del tema en el ascensor.
Nadie en el canal oculta que la nómina adelgaza cada semana. "Se ha ido gente y se reemplazan con los que están adentro. Si se fue un asistente de cámara, entonces alguien de seguridad puede hacer su trabajo. Este es un lugar para hacer carrera", explica Edgardo Mosca, vicepresidente de Ingeniería y Operaciones.
"Ahora hay más compromiso de los que seguimos aquí. Los que nos quedamos hemos ido diversificando nuestras competencias. Redactores que salen como reporteros, reporteros que editan", cuenta León Hernández, jefe de redacción de El Observador.
Los empleados agradecen la guía de los ejecutivos de la televisora para retomar la velocidad de crucero. "Los directivos se batieron una", dice Napoleón Rivero, del elenco de La Rochela. "Tanto que hablan de Granier y si se lanzara de algo, yo voto por él. Recibimos todo igual que antes: cesta ticket, la quincena puntual, los útiles escolares para los muchachos. Todo. Apoyaré a RCTV hasta que nos regresen la señal", dice Xionora Ovalles, caracterizadora con 20 años en el canal. En su departamento, según cálculos gruesos, había 12 maquilladores y quedan 6. De 200 que trabajaban en prensa, se cuenta que ya no están 25.
Oswaldo Quintana, vicepresidente de Consultoría Jurídica, asegura que hasta los momentos no han tenido problemas con ningún trabajador, ni con el sindicato: "Al contrario. Los empleados han demostrado una extraordinaria solidaridad hacia el canal".
Reactivación. Luciano D’Alessandro y Eduardo Orozco, a Venevisión; Eyla Adrián, a España; Nelson Bustamante, a Estados Unidos; Isnardo Bravo, al Canal i; Rogelio Jaua, ex vicepresidente de Producción, a Sony Entertainment Television; Carlos Rodríguez, de La Rochela, a la producción de eventos cómicos; Michelle Badillo, Kiara e Hilda Abrahamz, a buscar nuevas oportunidade.
Y la lista crece entre la nómina que no aparece en la pantalla.
"Es evidente que hemos tenido pérdidas de algunos compañeros por razones obvias y eso siempre duele. Mucha gente se ha ido a otros canales, así multiplicamos el número de amigos en otros medios", señala Julián Isaac, vicepresidente de Comercialización.
Pero no se retira la concesión afectiva a los que se van. "Valoramos a los compañeros que se quedaron y a los que se fueron", afirma Lila Alvarado, gerente de Musicales y Concursos. León Hernández dice con los ojos clavados al escritorio que con los que se fueron ha ocurrido un fenómeno: "El que se va, llama siempre; salimos a tomar algo, nos vemos. Aquí había personas con deudas, compromisos, que decidieron apostar por una estabilidad a largo plazo". Rivero lamenta que hay gente que ya no ve en el pasillo, pero lo considera "el proceso natural".
Alvarado tiene en su oficina un calendario con actividades planificadas hasta enero. "Nosotros vamos pa’lante. Después de lo que nos pasó, lidiar con cualquier cosa es fácil. En este momento se ha despertado una solidaridad grande entre todos. Ha habido una reactivación. Ahora estamos en etapa de proyectos y casting".
De hecho, el canal está por estrenar la telenovela Toda una dama, un remake de Señora, y las grabaciones de Mi prima Ciela continúan sin complicación. "Estamos en preventa, produciendo una nueva novela, relanzamos Ají Picante.
Nunca hemos dejado de hacer el noticiero para efectos del archivo. Además, en el cable tenemos muy buen rating.
Somos los primeros `de lejos’.
Y no perdemos el humor", asegura Mosca. Los días de duelo se acabaron.
¿Y el Gobierno?. "Los televidentes, los anunciantes, los trabajadores de RCTV y el Gobierno saben la diferencia entre salir por cable y salir por señal abierta. Decir que te va bien por suscripción es decir que te va bien en un sector limitado. El daño que nos hicieron a nosotros y a la libertad de expresión lo conoce todo el mundo", explica claramente Julián Isaac.
Para las instituciones del Estado pareciera que la realidad de RCTV también es por suscripción. Hernández recuerda que al equipo de prensa, en los primeros tiempos, no le llegaban invitaciones a las pautas oficiales. Pero después, y ante el peso de las circunstancias, las volvieron a mandar.
Un capítulo que preocupa a los ejecutivos es el destino de las 33 estaciones de transmisión y las 15 repetidoras que utiliza TVES, pero que son propiedad de RCTV. "Hemos presentado dos comunicaciones formales ante Conatel y el Ministerio de Telecomunicaciones, para que nos permitan el acceso a nuestras estaciones de transmisión para verificar el estado de los equipos y para retirar los que no forman parte de la infraestructura de transmisión. No han respondido", dice Oswaldo Quintana.
A los ingenieros de RCTV les inquieta que, por la calidad de la imagen de TVES en la pantalla, no se le esté haciendo mantenimiento a los equipos. Del buen uso de la señal hablarán los televidentes REGRESAR |
