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Pensum, Juan Carlos Arias, entre aproximadamente 1.400 estudiantes de quinto año de bachillerato. Como razones expone la falta de información oficial sobre los nuevos mecanismos de ingreso a la educación superior, así como la eliminación de la prueba interna de la Universidad Católica Andrés Bello.
"Nadie está claro, ni nosotros, ni las mismas universidades. Obviamente, los muchachos, que son el eslabón más débil de la cadena, son los que más ansiedad tienen", indicó con respecto a la situación que originó el Ministerio de Educación Superior cuando informó que este año no se efectuaría la prueba de aptitud académica.
Después de ese anuncio, la Oficina de Planificación del Sector Universitario organizó la prueba nacional de exploración vocacional –que se presentará el 22 de noviembre–, pero no ha dado mayores detalles sobre las próximas acciones que deben tomar quienes egresen como bachilleres en 2008.
"Hay una propuesta de un sistema integrado de admisión dirigido por el Consejo Nacional de Universidades, que asignará a los estudiantes en distintas casas de estudios superiores", informó otro director de un curso preuniversitario que prefirió no ser identificado. "Los alumnos más angustiados son los que quieren ingresar en las universidades del Estado y los de los colegios privados, que aunque saben que están preparados, temen que los dejen por fuera".
Desde las aulas.
Los estudiantes consultados –de colegios públicos y privados– saben que sus instituciones los inscribieron por Internet en la prueba nacional de exploración vocacional. También conocen que deben responder con sinceridad el instrumento y que los resultados serán una lista de carreras que, según sus características, podrían estudiar.
Sin embargo, afirman que esta prueba no afectará su ingreso a las universidades.
"Supuestamente no es obligatoria pero, al final, todo el mundo la va a presentar porque se ha corrido la voz de que luego la van a pedir en las universidades. La página de la UCAB, por ejemplo, dice que debes estar registrado en el CNU para poder entrar y yo creo que la prueba de vocación como que va de la mano con eso. Es todo muy loco", dijo Luigi Méndez, alumno de quinto año en la Unidad Educativa Josefa Irausquín López.
"Yo voy a esa prueba con los ojos tapados. Nos dijeron que era para ver en qué nos podemos especializar. Estamos preocupados porque no sabemos si salen suficientes cupos para las carreras que queremos", agregó Francisco Herrera, estudiante del colegio Jefferson.
Ambos coincidieron en que quieren que se mantengan las pruebas internas, pues consideran que la asignación de un cupo según el promedio de bachillerato –como lo hace actualmente la UCAB– resulta poco objetiva. "Es injusto porque hay colegios que son menos exigentes que otros y es obvio que será desventajoso", señaló Méndez.
Marta Millán, orientadora de la Unidad Educativa Prisco Villasmil, ubicada en Antímano y que pertenece a Fe y Alegría, aseguró que los estudiantes están molestos: "Fui al encuentro anual de orientadores y no nos dieron respuesta con respecto a la forma de ingreso este año.
La prueba de aptitud académica está en stand by y no saben si la van a eliminar o no".
Como ella, ante la falta de información oficial los orientadores de las instituciones educativas se han dedicado a buscar lineamientos en Internet y en la prensa sobre las distintas universidades en las que sus alumnos quieren aplicar, para poder acompañarlos.
Hasta ahora, las universidades Metropolitana, Monteávila y Simón Bolívar ya establecieron una fecha para la presentación de sus pruebas internas REGRESAR |
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