A las 4:00 pm, Hugo Chávez llegó a la avenida Bolívar donde lo esperaban sus seguidores, que antes habían marchado 8 kilómetros desde Los Ruices, en el este de Caracas, hasta el centro de la capital. 28 minutos después entonó el Himno Nacional e inició su arenga contra la "oposición radical". "¡Qué viva la reforma!", gritó. Sin mencionarlo, marcó distancia con Podemos y dijo tener una lista de nuevos "rajaos". "Adiós a quienes trancaron la talanquera; que los muertos entierren a sus muertos. Vamos a la revolución del siglo XXI. Nadie nos detendrá".
Ya está en Venezuela una delegación del secretariado general de las FARC y representantes del Gobierno de Francia para mediar por la liberación de colombianos secuestrados. El Presidente confirmó el encuentro, pero, por razones de seguridad, no informó del lugar.
Así como ofreció garantías electorales, exhortó a las autoridades, a la Fuerza Armada y al pueblo a estar alerta: "El cardenal (Jorge Urosa) y los obispos ponen la misma plasta. Señor cardenal, siga usted con la misma plasta. Alí Primera decía: No busquen al Cardenal, que Dios está contento con la revolución. Nos quedamos con los curas del pueblo, los verdaderos cristianos. Cristo fue el primer revolucionario y anda con nosotros, luchando por la justicia y la igualdad".
"Florentino vuelve. El diablo anda suelto. Y anda desesperaíto, algunos con sotanas, con liqui–liqui, con traje y corbatas.
Disfrazados de estudiantes, de líderes políticos. Si quieren ver fuerza, vengan. Desde hoy todo el mundo a la calle. Los más desesperados de la contrarrevolución andan jugando con candela. Quieren incendiar al país, desconocer instituciones y leyes. Quieren un golpe. Olvídense de eso; lo van a lamentar.
No vamos a permitir situaciones convulsionadas y violentas.
Son ellos los violentos".
Al ministro del Interior, Pedro Carreño, y a los alcaldes Juan Barreto y Freddy Bernal, les ordenó evitar nuevas insurgencias o que sigan quemando chaguaramos, pues los universitarios quieren llegar este miércoles 7 al Tribunal Supremo de Justicia. "Hay que evaluar si marchan para quemar carros, o patrullas con gente adentro.
Barreto, abra los expedientes.
Ellos buscan muertos; quieren llegar a la plaza O’leary para ir a Miraflores. No podemos permitirlo. El Chávez de 2002 se quedó en la historia. No vamos a permitirlo, hijitos de papá, ricachitos de cuna de oro. Dijeron que se iban a alzar; que se iban a la guerrilla, y que tomarán cuarteles. Carreño, Bernal, manos firmes. Este gobierno no puede ser débil".
El reclamo incluyó al vicepresidente Jorge Rodríguez: "¿Qué es eso? Rodríguez, Bernal, Juan Barreto. ¿Dónde está la Disip? Acaso tengo que salir a buscarlos. Eso es un delito. ¿Dónde está Conatel? Jesse Chacón.
Los canales llaman a una marcha sin retorno y no pasa nada.
Apliquen la ley. Y si no se atreven, yo la firmo. Cada quien tiene que asumir responsabilidades. Hay que ponerles un parao (...) Si gana el No, no voy a echarme a morir. Salgan a convencer, pero no permitiremos que incendien a Venezuela. El Estado tiene la responsabilidad de neutralizar esa ofensiva".
Chávez aseveró que prefería la salida pacífica, aunque anunció que si, por alguna razón, fracasa, iría a las montañas de Falcón, llanos de Portuguesa, Yaracuy, Lara y al sur del Orinoco. "¿Eso es lo qué quieren? Si tengo que agarrar un fusil, no tengo problema en terminar mi vida así".
Al dibujar el "gran objetivo: aprobar la reforma", reconoció que el principal escollo es la abstención. De allí que pidió ganar "no de cualquier manera, sino de manera contundente", para lo cual invocó los espíritu de Guaicaipuro y de Túpac Amaru. Citó los referendos de 1999 (aprobación de Constitución) cuando no votó 66%; en la Constituyente, 54%. En el consultivo de abril de 1999, 62%, y en el referéndum revocatorio, 30%. "La aprobación de la reforma es más importante que el revocatorio y la aprobación de la Constitución de 1999, porque es más definitorio".
Felicitó y pidió aplausos para Cilia Flores, Desirée Santos Amaral, Roberto Hernández y diputados, por su trabajo en la Asamblea Nacional.
En su discurso explicó cuál sería la estrategia de campaña.
Al millón y medio de personas que acudieron a las asambleas del PSUV les dio el rango de militantes, no de aspirantes, y los bautizó como la vanguardia. Ahora, los batallones serán el motor de la campaña, que pasarán a llamarse "Bata–sos" y tendrán que crear un batallón de apoyo, con aspirantes que no se incorporaron en las asambleas.
Crónica.
Al bajar del bus que la trajo desde Morón, Carabobo, María C recibió un pan con queso y jamón, una gorra y franela rojitas. Pequiven cumplió con cientos de personas que movilizó para la marcha. Detrás, María dejó una estela de buses en la avenida Fuerzas Armadas, parque Los Caobos, El Silencio, sin contar los estacionados en parque Francisco de Miranda, en el este de Caracas.
El oficialismo llenó la avenida Bolívar desde temprano, mientras en la avenida Francisco de Miranda caminaban cientos de personas; entre ellos, ministros, directores, gobernadores y alcaldes.
El eslogan oficial era "Sigue con Chávez", pero la gente inventó otros: "Sí carajo", "Con Chávez sí, más socialismo" y "Sí, Sí, dos veces Sí". Esta última frase no excluye la propuesta del Parlamento. Por ello, Cilia Flores, la acogió: "Ahora es Sí, Sí; el primero porque avala, y el segundo, ratifica la reforma". Al referirse a las críticas de la oposición de que la votación por bloque no es el problema, sino el contenido de la reforma, dijo no entenderlas: "Si eso era lo que pedían, ¿ por qué lo objetan?". REGRESAR |
