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Fue una obra en dos actos. En el primero, los estudiantes hablaron: confirmaron que mañana marcharán hasta el Tribunal Supremo de Justicia y rechazaron las amenazas que, el pasado domingo, emitió contra ellos el presidente Hugo Chávez. Y en el segundo, actuaron: salieron a las calles de Caracas y de otras ciudades para dejar claro que su lucha por posponer el referéndum sobre la reforma constitucional no se quedará en palabras.
"El movimiento estudiantil no se dejará amedrentar ni intimidar por ningún miembro del poder. Seguiremos en las calles, rechazando una propuesta de reforma constitucional que se quiere imponer por encima de los intereses de todos los venezolanos", declaró Roberto Álvarez, estudiante de la Universidad Simón Bolívar, durante una rueda de prensa en esa casa de estudios.
"Convocamos a toda la población a que nos acompañe el miércoles, a partir de las 10:00 am, desde la Plaza del Rectorado de la Universidad Central de Venezuela. Vayamos todos a exigir a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia que asuman su responsabilidad histórica ante el país", agregó Álvarez, quien estuvo acompañado de alumnos de las universidades Católica Andrés Bello, Alejandro de Humboldt, Metropolitana, Monteávila, Pedagógica Experimental Libertador y Santa María.
Los estudiantes expresaron su "rechazo absoluto" por los hechos de violencia ocurridos el pasado viernes en la Universidad del Zulia. "Expresamos nuestra solidaridad incondicional con todos los familiares de las víctimas, especialmente de nuestra compañera Flavia Araujo, quien fue vilmente asesinada por un grupo de sicarios", leyó Álvarez. "Exigimos a las autoridades competentes que se le dé prioridad a la investigación de este lamentable hecho, para que se haga justicia lo antes posible y se condene a los culpables", agregó.
Asimismo, los jóvenes reafirmaron el carácter no violento de sus protestas y condenaron "la violencia en cualquiera de sus expresiones, independientemente de su origen". También exigieron al Gobierno "que no permita ni promueva la violencia a través de los cuerpos de seguridad del Estado y grupos minoritarios violentos adeptos al oficialismo".
Denunciaron "una campaña mediática, dirigida por el Gobierno nacional, en contra del movimiento estudiantil, así como un plan para generar violencia dentro de nuestras manifestaciones pacíficas a través de agentes externos al movimiento". Álvarez aseguró que un funcionario del Ministerio de Salud fue detenido "por introducir y cargar bidones de gasolina durante la manifestación del pasado jueves en las inmediaciones del Consejo Nacional Electoral".
Ricardo Sánchez, de la UCV, afirmó que "el movimiento estudiantil no acepta chantajes ni amenazas". Además, rechazó que el presidente Chávez caracterice a los jóvenes como "hijitos de papá". "Yo vivo en Catia, como la gran mayoría de estos jóvenes venezolanos, que viven en los sectores populares", aseveró. Asimismo, aclaró que "en estos momentos no está en la agenda del movimiento estudiantil marchar hacia Miraflores".
Enfrentamientos y detenidos. No habían terminado de hablar con la prensa los voceros estudiantiles, cuando ocurrieron los primeros enfrentamientos entre universitarios y agentes de los cuerpos de seguridad del Estado.
Estudiantes de las universidades Metropolitana y Santa María trancaron el Distribuidor Metropolitano, en protesta contra la reforma. La concentración fue disipada con bombas lacrimógenas y perdigones. Tres alumnos de la Unimet y tres de la Santa María fueron retenidos por efectivos de la Guardia Nacional.
El jefe del Comando Regional 5 de ese componente, general Alirio Ramírez, indicó que los jóvenes fueron apresados "cuando lanzaban objetos contundentes a los vehículos en marcha". Posteriormente fueron trasladados al Destacamento 52, en Altamira, y en la tarde quedaron en libertad.
En la UCV, los estudiantes denunciaron la entrada de un grupo de motorizados encapuchados y con prendas rojas, que dispararon al aire y lanzaron bombas lacrimógenas dentro del recinto universitario. "Eran unas 30 personas, y al menos 7 de ellos dispararon", señaló Carlos Arrioja, estudiante de Derecho.
Alumnos de la UMA dijeron que fueron sometidos violentamente por funcionarios de la Policía Metropolitana durante una protesta en la avenida Boyacá, a la altura de Boleíta. Luis Ignacio Hernández contó que fue herido en la cara por el impacto directo del agua a presión de la ballena de la PM. Informó que incluso a un estudiante le lanzaron tres bombas lacrimógenas. "Las medidas que tomaron no eran para dispersar la protesta, sino más bien para amedrentar a los estudiantes", manifestó.
Al terminar la rueda de prensa en la USB, decenas de alumnos tomaron durante más de dos horas la vía de Sartenejas que conecta Baruta con Tazón. La protesta se desarrolló de manera pacífica.
Denuncia contra líderes.
La organización Prevención Popular acusará hoy ante la Fiscalía General a los estudiantes Yon Goicoechea y Stalin González por "los delitos de traición a la patria e instigación a delinquir", anunció el dirigente Gerson Pérez.
El integrante de la Juventud del PSUV añadió que "los estudiantes bolivarianos tomarán las inmediaciones del TSJ y de la avenida Baralt el miércoles", y para ello cuentan con el aval de la Alcaldía de Libertador. REGRESAR |
| Fecha publicada: 06/11/2007
Fuente: El Nacional
Tema: politica
Tags: Marchas y Protestas
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