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A Orlando Chirino no le quitan el sueño las acusaciones de traidor por oponerse a la reforma constitucional planteada por el presidente Hugo Chávez; al punto de haber sido el único dirigente sindical aliado al Gobierno que llamó a votar en contra de la propuesta, pues desde siempre consideró que ésta no conducía a un verdadero socialismo.
Es más, tras el fracaso de los planes presidenciales de transformar la Carta Magna, el experimentado líder petrolero señala que el triunfo del No en el referendo de este domingo es una victoria para los trabajadores venezolanos.
-¿Cuál es su principal conclusión de este resultado?
–Creo que el presidente Chávez debe reflexionar mucho sobre ello.
Una de las principales conclusiones que puedo sacar es que los votantes le dijeron no al socialismo, justamente porque el tipo de socialismo que se quiere implantar es contrario a las libertades, entre ellas la sindical. Un socialismo verdadero tiene que garantizar la absoluta democracia, y el pueblo no ha percibido eso del proyecto.
-¿Por qué usted terminó rechazando la reforma?
–En ella se tocaba la autonomía de los sindicatos, que se verían subordinados a los consejos de trabajadores propuestos en el artículo 87.
Este es un territorio de los trabajadores que no debe ser nunca tocado por el gobierno. Allí está una de las principales razones por las cuales muchos trabajadores que apoyan al presidente Chávez, o se abstuvieron de votar o lo hicieron en contra, pues atentaba contra sus intereses. En el sector petrolero, por ejemplo, se rechazó la propuesta porque no ha habido una buena percepción del contrato colectivo actual, y eso se repite en otros sectores que sintieron que aprobarla sería limitar sus posibilidades de exigir mejoras salariales.
-¿Entonces cree que la gran abstención vino del lado chavista? - Si el Psuv (Partido Socialista Unido de Venezuela) tuviera los cinco millones de afiliados que dice, el Sí habría ganado por más de cinco millones de votos, pero no es verdad que ese intento de partido tiene tal cantidad de miembros. No se puede gobernar con base en la mentira, y ésta fue una derrota contra la calumnia y la mentira.
-¿Piensa que el revés marca el principio del fin de Chávez, como dicen voceros de la oposición? -Una revolución no se acaba por un resultado en contra, pero el gobierno y el Presidente deben tomar muy en cuenta lo que se le dijo y sacar provecho de esta derrota, que no la considero una victoria pírrica de la oposición. Tampoco creo que este revés signifique que AD y Copei volverán a gobernar en Venezuela, pero estimo que se está cerrando un círculo y mantengo mi apuesta por la capacidad del Presidente para salir airoso de todo esto. Pero si el gobierno no sabe leer bien lo que pasó, el imperialismo se reforzará.
NO, NO AL PSUV
No es la primera vez que Orlando Chirino debe soportar los embates del chavismo. También fue (y es) un férreo detractor del Partido Socialista Unido, organización que duda pueda alcanzar su consolidación. "No estoy interesado en integrar ese partido", afirma.
-Muchos le acusan de hacer oposición al Gobierno, que podría pasarse al otro bando...
-He apoyado desde siempre al Presidente y siempre podrá contar con mi apoyo. Que no haya respaldado su propuesta de reforma constitucional por creerla contraria a los intereses de los trabajado- res, no quiere decir que vaya a saltar la talanquera. Reitero el carácter revolucionario del movimiento C-cura y el mío propio. -¿No teme que pueda ser excluido de los círculos de confianza del gobierno? -No necesito permiso de nadie para apoyar a Chávez. No me hace falta que Diosdado Cabello me autorice para mantener el respaldo al proceso revolucionario, ni que las cúpulas me incluyan y autoricen para formar parte de las organizaciones afines al gobierno.
-¿Piensa montar tienda aparte?
–He propuesto la creación de un verdadero partido de los trabajadores venezolanos porque creo en la democracia, y la democracia es pluralidad. Por eso no me opongo a que los empresarios o los campesinos tengan su propio partido. Esto no es algo que digo se va a hacer, sino que es una propuesta que tomará su tiempo madurar. Quizás tome unos meses, uno o varios años, pero estimo necesaria la creación de este partido. -¿Está pensando inmiscuirse más fuertemente en la política?
–Me han dicho que por qué no me lanzo como diputado a la Asamblea Nacional, pero eso sólo vendrá si los trabajadores quieren que sea parlamentario, alcalde o gobernador luego de creado el partido. No soy un caudillo ni quiero serlo. Por los momentos sólo espero que se materialice esta idea, que busca, entre otras cosas, elevar el nivel de conciencia de nuestros asalariados.
MAYOR PARTICIPACIÓN
Conocido como un aguerrido dirigente del sector sindical, Orlando Chirino nunca comulgó con la forma como estaba siendo conformada la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
"Muchos de los llamados líderes de la UNT vienen de la CTV (Con- federación de Trabajadores de Venezuela) que se vistieron de cachucha y camisa roja. Pero no se puede acusar a una organización de gobiernera o patronal y tratar de crear otra que repita estos vicios", afirma Chirino.
Por ello no duda en tildar a Marcela Máspero, Oswaldo Vera, Franklin Rondón y Francisco Torrealba, -dirigentes de la UNT- de "gobierneros y miembros de una nueva Boliburguesía que representa el burocratismo y la corrupción que ha dominado a la dirigencia sindical de este país". -El Gobierno ha fracasado en el intento por crear una central obrera que le sea afín. ¿Por qué? -Chávez está equivocado sobre el rol que deben tener los trabajadores en este proceso. En los cinco motores de la revolución no están presentes los asalariados, que debemos ser la columna vertebral de esta revolución.
-¿Qué debe hacerse entonces? - El Estado sigue en deuda con los trabajadores en muchos aspectos esenciales, por ejemplo, con la reforma de la Ley de Seguridad Social. No hay explicación alguna para que con un barril de petróleo en 90 dólares, los trabajadores nacionales no tengan una seguridad social verdadera. Por otra parte, debe impulsarse la Ley de Estabilidad Laboral, que no tiene por qué estar plasmada en la Constitución, sino que se puede conseguir con el consenso entre trabajadores, patronos y gobierno; lo mismo que la reducción de la jornada laboral a seis horas diarias, una propuesta que debe venir de los trabajadores.
-¿Considera posible y necesario el diálogo con el sector privado?
–La democracia es participación y eso incluye a todos.
-¿Por qué no se ha hecho?
–Hace falta contar con una central obrera sólida, ética y moralmente solvente, para que en el momento que nos sentemos a discutir este y cualquier tema, tengamos el respaldo de la masa laboral. Para ello es necesario la unidad de todos los trabajadores, una unidad como la que han demostrado los estudiantes. No comparto sus criterios, pero reconozco la voluntad de unidad que tienen. Debemos imitarlos para pelear por la autonomía y por alcanzar el socialismo que queremos, que no se ha definido.
-Cuáles son los obstáculos para lograr esta meta
–Esto no ha sido posible en parte porque el Ministro del Trabajo José Ramón Rivero, que es el peor ministro que ha tenido ese despacho, se ha encargado de minar a los sindicatos, interviniéndolos y negando la posibilidad de realizar elecciones, protegiendo a líderes gremiales corruptos, creando organismos paralelos. Se ha retrocedido en las metodología y ello ha obstaculizado la posibilidad de concretar una central auténtica.
-¿Confía en el socialismo empresarial?
–La verdad es que quisiera saber si esos que se proclaman socialistas están dispuestos a compartir la plusvalía con los empleados y dejar de explotar al trabajador. La riqueza debe ponerse al servicio del pueblo.
Las empresas automotrices, por ejemplo, venderán este año 450.000 carros y hasta ahora no he visto a la primera compañía del sector que haya construido una casa a uno de sus empleados. REGRESAR |
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