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A casi dos semanas de ponerse en circulación el llamado bolívar fuerte, los venezolanos enfrentan dificultades para el acceso y manejo de la nueva moneda local, con tres ceros menos que el bolívar antiguo.
Además de señalar los problemas que tienen para sacar o depositar dinero en cajeros electrónicos, los venezolanos afirman que el principal problema está en la falta de las nuevas monedas fraccionarias, que permite a los comerciantes aumentar los precios.
Analistas financieros apoyaron las quejas y añadieron que el problema es que el Banco Central de Venezuela (BCV) falló en esa materia, ya que mientras existen billetes en forma adecuada, no todos los tipos de monedas están disponibles en el mercado.
El 1 de enero de 2008 entró en vigencia en el país una reconversión monetaria que incluye la eliminación de tres ceros al llamado bolívar 'fuerte' en su paridad ante el dólar estadunidense (de dos mil 150 pasó a 2.15 unidades por divisa estadunidense).
El asesor financiero José Grasso Vechio dijo que para que la reconversión monetaria termine de funcionar de manera eficiente, primero debe haber una cantidad de monedas de todas las denominaciones importantes en poder del comercio y el público.
Grasso agregó que, aunque de manera paralela continúa en circulación la antigua moneda, algunos comerciantes 'inescrupulosos', aprovechan la ocasión para confundir a sus clientes y en el redondeo de centésimos aumentan los precios.
El analista puso por el ejemplo el caso de los estacionamientos, con precio regulado en 4.17 bolívares (cuatro mil 170 de los antiguos), y se paga con cinco 'fuertes', el cajero aduce que carece de 'cambio' y se queda con el resto.
El profesor de Finanzas Públicas del Magíster de Teoría y Política Económica de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Andrés Santeliz, indicó que el problema subsistirá mientras el BCV continúe sin surtir en forma debida las monedas fraccionarias.
Coincidieron los analistas en que se corre el riesgo de que durante largo tiempo, ciertos comerciantes retornen al esquema de 'dar como vuelto, un caramelo, un chocolate, o un cubito de caldo de pollo', con el argumento de que 'no tengo monedas fuertes'. REGRESAR |
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