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En octubre, un trabajador podía salir a la calle con 3.000 bolívares para el desayuno, otros 3.000 para los pasajes, unos 8.000 para almorzar y aguantar hasta la cena, en casa.
Al día de hoy la escalada de los precios de los comestibles ha sufrido un incremento de 40%, y a esto se ha unido el efecto directo que la reconversión monetaria ha ocasionado en le economía doméstica.
Pablo Castro, miembro de la directiva de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), califica la medida gubernamental como 'un torpedo dirigido contra el salario, porque los precios inmediatamente se dispararon y pulverizaron el ahorro de los trabajadores'.
Es por ello que los líderes sindicales han iniciado una ofensiva para restituir el poder adquisitivo de los venezolanos, quebrantado por los efectos de la inflación que repuntó a raíz de la medida oficial.
Solamente en diciembre, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del área metropolitana de Caracas registró una variación de 3,3%, aunque es menor a la del mes anterior (4,4%) resulta muy superior a la observada en diciembre de 2006 (1,8%). Con este resultado, la variación acumulada del IPC al cierre de 2007 se ubicó en 22,5%, superior al 17,0% reportado en el año 2006.
Cuando finalizaba 2007, los productos cuyos precios siguen controlados acumulaban un aumento de 10,7%, muy por debajo del 32,7% correspondiente a los no controlados.
El BCV admitió que los artículos más caros fueron las bebidas alcohólicas y tabaco (15,7%), las comidas servidas en los restaurantes y el servicio de hoteles (6,3%), los alimentos y bebidas no alcohólicas (4,7%), el transporte (3,3%) y los tickets para esparcimiento y cultura (3,2%).
Así, en octubre –cuando la reconversión entró en vigencia de manera parcial–, una empanada todavía estaba costando 800 bolívares, el café pequeño servido en la barra tenía un precio de 500 bolívares, el cachito no pasaba de 1.200 bolívares y el hervido no pasaba más allá de los 8.000 bolívares.
Pregunten hoy los precios, en el establecimiento más cercano.
POLÍTICA
MAL LLEVADA
'Estamos en presencia de una política mal llevada y una reconversión monetaria peor implementada', dijo Castro y agregó, 'los miembros del Gabinete no tomaron en cuenta los efectos de la inflación que a la luz de hoy ha disminuido en más de 40% el poder adquisitivo de los trabajadores'.
Castro sostiene que la reconversión monetaria fue caprichosa y unilateral, debido a que no tomó en cuenta a otros sectores de la economía, ni las advertencias de prestigiosos economistas que alzaron sus voces en contra.
–Los trabajadores han sido despojados de miles de millones de bolívares, por vía de inflación y ahora con la reconversión. Y este año está dando muestras de una gran voracidad, en materia de precios–, añadió.
La CTV ha solicitado aumento general de sueldos y salarios que no puede ser inferior a 40%. 'La inflación está acabando con los escasos ahorros que tienen los trabajadores. Hay que revisar las cláusulas socioeconómicas de los contratos colectivos, porque los montos fijados para útiles escolares y otras prebendas se han quedado rezagados ante el aumento de los precios', dijo Castro.
'Ha llegado el momento de sentar en una misma mesa a los sindicatos, los empresarios y el gobierno, como árbitro y como ente empleador, para adelantar las líneas de trabajo que permitan desplegar una política de recuperación del poder adquisitivo y que permita a la vez generar empleo estable en el país', advierte Castro.
La verdadera prueba de fuego de la reconversión será hoy cuando los trabajadores vean su primera quincena del año reflejada en bolívares fuertes.
Sentirán que la eliminación de los tres ceros tiene el efecto psicológico de la viagra, pero al revés.
'De entrada, la han quitado al trabajador 50% de su poder adquisitivo', señala Castro REGRESAR |
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