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Los comercios siguen sin monedas, por lo menos de la nueva familia del cono monetario, tras el proceso de reconversión que se inició hace 14 días. Diversas son las consecuencias que se derivan de esta situación: los establecimientos no tienen la capacidad de dar el vuelto a los consumidores, al menos con bolívares fuertes; los compradores, no tan preocupados por perder parte de sus ingresos optan por recurrir al 'déjelo así' y se da entonces un proceso de 'redondeo' no calculado que termina afectando el bolsillo de todos.
Un ejemplo sencillo de esta situación se dio en una panadería donde Carlos Bermúdez compró pan -consiguió sin problema en el centro de Caracas- y una caja de cigarrillos. El cajero dijo en el contexto correcto sin los mil que implica la reducción de los tres ceros a la moneda: 'Son 8,6 bolívares fuertes'. Carlos pagó con un billete de Bs.F.10, pero sólo recibió de cambio una moneda de 1.000 bolívares (de los viejos). 'No tengo para darte el resto' y el comprador simplemente lo 'dejó así'.
Cuando llegó a su casa se dio cuenta que había perdido Bs.F. 0,4, y haciendo la inmediata equivalencia a la antigua familia de bolívares se percató de que era más de lo que parecía (Bs.400). Entendió entonces dos cosas: primero, la importancia de pedir factura para revisar cada compra que realice y percatarse de los montos que entrega y recibe y, segundo, debe siempre exigir el vuelto, sea en bolívares o en bolívares fuertes.
Ahora bien, a pesar de que durante la semana pasada las autoridades del Banco Central de Venezuela (BCV) aseveraron que el proceso de distribución de las monedas se intensificaría, son pocos los comerciantes que ya conocen los céntimos, por ende, son pocos los ciudadanos que se han familiarizados con ellos.
Dicen a su favor los propietarios y encargados de los negocios que, a diferencia de los nuevos billetes que ya circulan con regularidad en las transacciones de todo tipo de comercio, las monedas no han aparecido. 'Hemos ido varias veces al banco para pedirles sencillo y nos dicen que aún no tienen', refiere la encargada de un automercado del este de la ciudad.
En peluquerías, tiendas, cadenas de comida rápida e incluso en las loterías, ubicadas en los grandes centros comerciales de Caracas, la situación es similar.
DE PARTE Y PARTE
Se supone que, aparte de los bancos, serían los establecimientos comerciales los que servirían de punto de canje para que los ciudadanos comiencen a tener su efectivo en bolívares fuertes. Pero en las mismos negocios nombrados en los párrafos anteriores, reconocieron sus trabajadores que están agotando toda la existencia de bolívares de la vieja familia de billetes, por lo que guardan los nuevos.
Algunos incluso reconocen que no han acudido a las instituciones financieras a canjear ni siquiera los billetes, pues esperan que el proceso se dé a través de las transacciones del día a día.
Ante toda esta situación, los consumidores terminan siendo los más afectados, aunque no puede dejarse a un lado la responsabilidad de aquellos que no exigen su vuelto.
ES TÍPICO
La otra cara de la moneda a dos semanas del proceso de reconversión ha estado marcada por aquellos que, bolívar fuerte en mano, han optado por llevárselo a su casa, para guardarlo.
El mismo Armando León, director del instituto emisor, reconoció que la falta de monedas en la calle se ha dado porque los ciudadanos las están coleccionando. Antecendente como el de los 'tinoquitos', los billetes de 1 y 2 bolívares que circularon al final de la década de los 80, es evidencia que el venezolano tiende a realizar acciones de esta naturaleza.
Lo importante es recordar a la población, en el caso de que tenga alguna intención numismática, que lo ideal sería coleccionar los billetes y monedas que dejarán de circular en los próximos meses, pues los bolívares fuertes permanecerán en la economía, al menos, esa es la meta del Gobierno. REGRESAR |
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