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'No es cierto que a la misión Sucre o a la UBV vayan a ir los estudiantes de bajo promedio.
Decir eso es inexacto, como lo es decir que van a ir a los cursos nocturnos, los estudios a distancia y a los de fines de semana. Los cursos nocturnos se diseñan para darle posibilidad a las personas que laboran en el día y los estudios a distancia tampoco tienen que ver'.
De esa manera se expresó Bernardo Ancidey, director de Desempeño Estudiantil del Ministerio de Educación Superior, quien solicitó un derecho a réplica luego de haber sido citado en el trabajo titulado 'Bachilleres con bajo promedio de notas podrán ser asignados a la misión Sucre'.
El funcionario tildó de inexacta la información publicada en El Nacional el pasado 13 de febrero, y por eso ofreció detalles sobre el sistema nacional de ingreso a la educación superior.
A partir de los resultados de la prueba vocacional que presentaron los estudiantes de quinto año de bachillerato en noviembre, Ancidey hizo otra interpretación: 20% de los jóvenes se podría inclinar hacia esa modalidad, y con ella, se podría satisfacer parte de la demanda.
–Cuando le pregunté el 8 de febrero qué pasaría con los estudiantes de bajo promedio, usted lo primero que mencionó fue la Universidad Bolivariana de Venezuela porque no tenía problema de cupo. (Se puede leer la transcripción de esa entrevista en el recuadro) –Claro, pero no se asignan a la UBV porque hasta ahora la universidad ha tenido dos vías de ingreso, el directo y los convenios con organizaciones del Estado, y no hace falta que haya un proceso de asignación.
–En el caso de un joven que aspire a ingresar a una carrera que dicte la UBV, pero quiera otra casa de estudios, ¿se va a privilegiar la carrera o la institución?
–No hay ningún tipo de predilección. Es simplemente el orden que puso. Si colocó Comunicación Social en la UCV como primera opción y Letras en la UCV como segunda, puede que se inscriba en Letras.
–Si no se inscribe, ¿se mantiene la posibilidad de estudiar Comunicación Social en la UBV?
–Claro. Esa es su opción, y si va a estudiar ahí, tiene que estar pendiente de sus mecanismos de ingreso.
–¿Por qué se mantendrán los mecanismos de la UBV y no los de las otras instituciones?
–Porque sus mecanismos no son excluyentes.
–Afirma que si se llenan todas las plazas, entrarán en negociación con las universidades. ¿Les pedirán que aumenten los cupos?
–Claro. No lo hacemos ahora porque la cifra la tendremos clarificada una vez que cumplamos los procesos de asignación. El registro único nos permitirá cuantificar la demanda.
Los listados de las asignaciones se publicarán en mayo y, una vez que los estudiantes se inscriban, la universidad pasará esa información.
–Luego de las inscripciones en el registro único se hará una primera asignación. ¿Qué pasará con los estudiantes de bajo promedio que no queden en la institución seleccionada? –Va a haber una lista de asignados y otra de cola. Lo hicimos así en el proceso anterior: a las instituciones se les proporcionaron dos listas, la de los primeros y los que venían en cola, y así muchas de ellas pudieron ir moviendo la cola.
–¿Tendrán que esperar a septiembre para saber dónde estudiarán?
–Eso no es ningún trauma porque usualmente los procesos de asignación implican varios procesos de inscripción. Ahora, como no tenemos prueba de admisión, esos procesos pueden ser mucho más rápidos.
–¿Cuánto tendrán que esperar quienes estén en cola?
–Depende de cada institución. Si inscriben en septiembre, en octubre lo sabrán.
–Hablarán con las universidades, les dirán de cuánto es el excedente y les pedirán que abran esos cupos. ¿Qué pasa si les dicen que no?
–Ellas nos plantearán sus necesidades, y nosotros las analizaremos. REGRESAR |
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