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S u apretón de manos es fuerte. Su responsabilidad al frente del Ministerio de Educación Superior es aún mayor. Luis Acuña es el encargado de empujar, para el nacimiento del nuevo Sistema Nacional de Ingreso, a las universidades y en ese camino, las pruebas internas se convirtieron en uno de los mayores frenos en el diálogo con los centros de educación superior. En la primera sesión del Consejo Nacional de Universidades (CNU) hubo 11 universidades que salvaron el voto cuando se planteó el punto de eliminar las pruebas internas...
Hay que aclarar que ni siquiera dijeron que salvaban el voto sino que al final presentaron un documento con el voto salvado. Nadie votó en contra. La mayoría de ellos se abstuvieron bajo el argumento de que eran representantes de una universidad. Los rectores tienen que entender una cosa: el Ministerio no impuso decisiones. Se llevó una propuesta y se aprobó. Nosotros somos los primeros en acatar esa decisión.
¿Lo dice porque los Consejos Universitarios optaron por mantenerlas?
Sería bien lamentable que haya desacato a una decisión, porque la ley obliga a los rectores a acatar las decisiones del CNU. De paso, no es correcta la interpretación en relación con los artículos 20 y 26 de la Ley de Universidades.
El artículo 20 establece que el CNU debe recomendar los mecanismos de ingreso. Dice justo 'recomendar'.
Sobre la palabra recomendar, por supuesto, si a mí me recomiendan yo lo acepto o no lo acepto. Allí se dice exactamente que el CNU tiene la atribución para 'recomendar los procedimientos de selección de aspirantes'. Sin embargo, más adelante, cuando habla de la autoridad de los Consejos Universitarios, se dice claro (artículo 26) que el ingreso se hará según las pautas establecidas.
Lo aprobado es que no hay pruebas internas. De allí que si desacatan, estarán desacatando la ley y es la ley la que determina las sanciones.
¿Ese desacato será cuando se aplique la prueba o cuando se inscriba a los estudiantes?
Ese desacato se producirá cuando se produzca. Para mí, están libres de culpa, espero que no haya culpas en ningún momento.
Las universidades Central de Venezuela, Simón Bolívar y Carabobo buscan asesoría jurídica, y no en vano. El Ministerio hace lo propio y el próximo capítulo de las pruebas internas parece que será en las lides de los abogados, de los intérpretes de las leyes.
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