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El eco de la reforma curricular que se está implantando en la educación inicial, básica, media y diversificada llegó a las universidades. La diferencia, no obstante, es que no será un ministerio el que redacte los nuevos planes de estudio, sino las autoridades y estudiantes, para responder a una política nacional inspirada en la experiencia internacional. La decisión se tomó en la reunión del Consejo Nacional de Universidades del pasado 6 de marzo, cuando se conformó una Comisión de Reforma Curricular cuya integración aún no ha sido publicada en Gaceta Oficial.

La intención: que los estudios de pregrado pasen de cinco a cuatro años, con la posibilidad de 'salidas intermedias' (o títulos previos a la licenciatura), así como la inclusión de contenidos que impulsen la conciencia cívica y la responsabilidad social, según lo explicó José Ignacio Moreno León, rector de la Universidad Metropolitana y a quien se le hizo la oferta de presidir la comisión.

'Esto no es un invento nuestro (la reducción de las carreras). La tendencia mundial es que la profesionalización se logra con estudios de posgrado. El primer título -el de la licenciatura-, con la velocidad del cambio en la sociedad del conocimiento, tiene que completarse con educación adicional para asegurar la pertinencia del profesional', manifestó Moreno León.

Con él coincide Luis Fuenmayor, quien fue director de la Oficina Nacional de Planificación Universitaria y es asesor de la institución. En 2001 lo había propuesto, fundamentado en la idea de que muchas licenciaturas duran cinco años porque cuando se crearon no existían suficientes posgrados y el país necesitaba profesionales que suplieran el déficit de especialistas.

'Hoy existen posgrados en, prácticamente, todas las disciplinas. No se justifica un licenciado con una preparación que vaya más allá de la que él y el país necesitan', dijo.

Fuenmayor enumeró tres efectos positivos: que el país tendrá profesionales –y técnicos, si éstos se llevan de tres a dos añosmás rápidamente formados; que el cupo universitario se incrementará automáticamente en 20%; y que se reducen los costos por estudiante, no sólo para el Estado sino también la familia. Moreno agregó a la lista el hecho de que las personas de escasos recursos podrán insertarse en menos tiempo en el mercado laboral.

Marina Polo, coordinadora del Vicerrectorado Académico de la Universidad Central de Venezuela y ex presidenta de la Comisión Nacional de Currículo del CNU, infiere que la comisión fue creada a propósito del diseño del nuevo sistema de admisión a la educación superior. Aclaró, no obstante, que el proyecto no es nuevo.

Las universidades –agregó han trabajado en eso desde el año 2000 y están dispuestas a asumir el cambio.

'Lo que tenemos muy claro es que no podemos llevar las carreras a cuatro años simplemente porque eso se decrete.

Tampoco lo podemos ver desde el punto de vista economicista: `bajamos las carreras porque vamos a gastar menos'.

Eso es falso. Todo se tiene que relacionar con la calidad', insistió Polo.

A su juicio, es indispensable concienciar a toda la comunidad universitaria con respecto a la elección adecuada de carreras y sus repercusiones.

Además, no se puede reducir el tiempo de estudios sin tener la certeza de que habrá un posgrado que los respalde.

Trabajo y movilidad.
El documento del sistema nacional de ingreso a la educación superior –elaborado por el MES expone que la vinculación con el observatorio laboral y la facilitación de la movilidad académica completarían la propuesta. Lo primero garantizaría la inserción en el mercado de trabajo, y lo segundo evitaría la deserción, pues en caso de que un estudiante deba trasladarse a otra región y quiera continuar su carrera podría hacer equivalencia de las materias cursadas.

Moreno cree que todas las carreras en Venezuela se pueden homologar, siempre y cuando haya disposición. Tanto él como Fuenmayor explicaron que la modificación no significaría una homogeneización total, sino unos lineamientos que las universidades deberían seguir para tener una oferta académica similar.

En cuanto al trabajo, Fuenmayor dio ejemplos de lo que podría introducirse: 'Los estudiantes de Medicina dedican su último año de pregrado a un internado rotatorio en el que, supervisados por médicos, laboran en hospitales y ambulatorios. Eso debe extenderse a todas las disciplinas: que los abogados trabajen en tribunales y, los periodistas, en medios'.

Cuestión de tiempo.
La recién creada comisión tiene como primera tarea entregar en el CNU que se reunirá en abril las ideas preliminares de la reforma. Moreno reconoció que el trabajo será progresivo, pues deberá considerar elementos como los diversos regímenes de las universidades (trimestrales, semestrales y anuales), así como la distribución de los contenidos en créditos y materias.

Cuando se le preguntó si el Gobierno presionará a las instituciones de educación superior para implantar el proyecto rápidamente, Moreno León fue tajante: 'Eso es imposible. No se puede ir más allá de la velocidad que el cambio requiere.

Pasó al eliminar la prueba interna sin tener una alternativa clara –con todas las trabas que pudo generar-, pero no se puede plantear una reforma curricular sin tener los elementos.

Las ideas fundamentales sí pueden ser parte de una decisión, pero luego serán digeridas y se harán los convenios'.

El rector consideró también que la autonomía universitaria es un punto de honor: 'Para lograr esto sin violentarla, tenemos que buscar el consenso porque las universidades, por ley, son autónomas para definir la estructura de la oferta académica'.

Fuenmayor, por su parte, cree que si al trabajo se le da prioridad, algunas carreras podrían estar listas en octubre de 2009.

Otras, en 2010. Polo manifestó temor por la posibilidad de que la decisión termine siendo política.

'No sé cuánto tiempo nos lleve todo, pero para este momento no están cambiadas.

Las cosas deben ser planificadas, y aunque se están dando planes emergentes que a veces no dan los resultados esperados, no podemos jugar con la formación de profesionales'.

La propuesta, recordó pasa por la preparación del personal, la capacitación docente, la investigación, la introducción de nuevas tecnologías y la mejora de los posgrados. REGRESAR


Fecha publicada: 16/03/2008
Fuente: El Nacional
Tema: educacion
Tags: Admisión a Universidades en Venezuela


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