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La primera vez que acusaron a la familia Chávez de estar comprando fincas a través de testaferros fue a mediados de 2001.
Antonio Bastidas, entonces diputado de AD ante el Consejo Legislativo de Barinas, denunció que el gobernador Hugo de Los Reyes Chávez adquirió un predio rural en los alrededores de Sabana de Los Negros, jurisdicción del municipio Obispos.
Bastidas señaló a Carlos Eduardo Rojas Márquez de haber servido de testaferro del mandatario regional en esa negociación. De acuerdo con el ex parlamentario, Rojas Márquez compró a Nelis Marina Herrera dos lotes de terrenos baldíos, ubicados en el sector Olmedillo, por casi 100 millones de bolívares.
El presunto testaferro del gobernador de Barinas se desempeñaba entonces como liniero de una empresa de televisión por cable. Al adquirir la propiedad, Rojas Márquez creó una empresa constructora denominada EJ, con un capital de 50 millones de bolívares, según consta en el Registro Mercantil Primero del estado Barinas, para ejecutar obras públicas del ejecutivo regional.
Según Bastidas, el supuesto testaferro contrató, a través de la dirección de Obras Públicas de Barinas y otros organismos públicos del estado, más de 5 millardos de bolívares en obras.
Si bien la familia del presidente Chávez hizo caso omiso de las denuncias de Bastidas, el gobernador Chávez anunció el 18 de febrero pasado la solicitud de una averiguación en el Ministerio Público, por los señalamientos que a principio de este año comenzó a formular el diputado chavista Wilmer Azuaje, sobre la supuesta adquisición de bienes rurales a través de testaferros.
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