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Cuando se posee la excepcional condición de una unidad espacial de carácter metropolitano con vocación recreacional para la ciudad, pareciera un contrasentido y una falta de visión, especialmente, por parte del Ministerio de Ciencia y Tecnología y la de la 'Misión Hábitat' la de desvirtuar el potencial ambiental de estos espacios para el futuro urbano de nuestra capital.
En toda gran ciudad sus autoridades se esmeran por ofrecerle a la ciudadanía la mayor proporción de espacios destinados al espacio verde, la recreación y el esparcimiento. Figuras tan emblemáticas como la de los Campos Elíseo en París o el Parque Central en Nueva York, son ejemplos de iniciativas tomadas ya hace mas de cien años y que todavía siguen cumpliendo una función primordial ambiental dentro de estas urbes. También se han producido recientes iniciativas de parques temáticos como 'Parc de La Villette' en las afueras de París y otros en Barcelona, España; todos con la meta de contribuir al balance armónico entre vida urbana, densidad poblacional, naturaleza y hábitat.
Independientemente de la baja densidad propuesta por la Misión Hábitat para La Carlota (3.100 nuevos residentes) y su argumentación basada en el 'déficit habitacional', podríamos preguntarnos si éste ha sido contrastado con el 'Déficit Ambiental' de la actual población y la de la Caracas del 2050.
Más que proponer una visión sectorial donde, lamentablemente, se introducen elementos extraños a la sana práctica de la planificación urbanística metropolitana fraccionando, incoherentemente, la referida unidad especial que comprende La Carlota para convertirla en una secuencia desarticulada de usos, aislados de su entorno urbano.
Estas autoridades, deberían, más bien, convocar a los proponentes iniciales (entre ellos Fruto Vivas), a colegios de profesionales e instituciones dedicadas a la calidad de vida de nuestras ciudades para proponer un plan integral de escala metropolitana que propicie la integración de este gran pulmón ambiental con la Gran Caracas, es decir, un proyecto que fomente la diversificación de usos de vocación ecológico-ambiental que sirva a las actuales y futuras generaciones de venezolanos que tengan en este centro ambiental regional un recurso para el crecimiento ecológico, cultural y científico.
El gran potencial que presenta la unidad ambiental de 'La Carlota' debe considerarse como patrimonio de los venezolanos, por lo que debe ser protegido como si tuviese carácter de 'parque regional'. Así, estaríamos salvaguardando su valor en el tiempo para el aprovechamiento sensato de este espacio. Caracas podrá mantener su grandiosidad sólo si sus autoridades actúan en defensa de estos valores, aparentemente intangibles pero imprescindibles para nuestro futuro ambiental y urbano. REGRESAR |
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