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No todos los aspirantes a la educación superior tendrán las mismas oportunidades de ingresar al sistema si se asignan los cupos a través del método percentil, concluye un estudio que elaboró la Unidad de Investigación y Análisis que está adscrita a la Secretaría de la Universidad Central de Venezuela. De hecho, los estudiantes que provengan de instituciones en las que la mayoría de las notas sean inferiores a 15 (grupos de bajo rendimiento), serán los más favorecidos y, por el contrario, se perjudicaría a los grupos cuyas notas sean superiores a esa calificación (de alto rendimiento).
Otra variable será también decisiva: el número de estudiantes de cada plantel determinará –según el estudiolas posibilidades de ingreso y quienes provengan de instituciones pequeñas serían los más desfavorecidos.
Jesús González, quien coordina la unidad que realizó el trabajo, explica que el mecanismo no contribuye a aumentar el ingreso de jóvenes que provienen de los estratos socioeconómicos más bajos. Refiere que un equipo de la Oficina de Planificación del Sector Universitario aplicó el método percentil a los estudiantes que ingresaron en 2007 a las universidades y, si se hubiera utilizado ese mecanismo, sólo se hubiera incrementado en 2,5% la participación del estrato V y en 0,3% la del estrato IV.
'Aumentó menos de 3% entre los dos y disminuyó el número de asignados procedentes de liceos oficiales', informa González. Ante la promesa que ha realizado el Ministerio de Educación Superior de que 73% de los nuevos ingresos provendrán de instituciones públicas, agrega: 'Es muy poco probable.
Si escogen al mejor de cada liceo, entrarán de todos, pero si se gradúan en un grupo de 5 alumnos, la mejor calificación tendría percentil 80 y con eso, sería muy difícil entrar'.
Médicos en juego. 'Del total de aspirantes asignados a la carrera Medicina de la UCV en el Proceso Nacional de Ingreso 2007, 20% no quedaría asignado a ninguna carrera del sistema si se aplicara el mecanismo de los percentiles', advierte el informe. A esta situación se agrega el hecho de que entre los aspirantes excluidos había uno con 20 puntos de promedio, a pesar de que la nota mínima exigida el año pasado fue de 16,97 puntos.
González afirma que en esa simulación, de 3 estudiantes que ingresaron a Medicina con la nota máxima, sólo uno lo hubiera hecho con el nuevo mecanismo; otro habría sido asignado a una carrera diferente y el último hubiera quedado fuera de cualquier universidad.
El profesor universitario explica lo ocurrido: 'El percentil relativiza y seguramente los que quedaron fuera venían de grupos de alto rendimiento. En comparación con lo que resultó su índice académico, hubieran tenido percentiles bajos'.
Para la discusión. El trabajo realizado en la UCV se expuso en el Núcleo de Secretarios que se realizó la semana pasada. Según González, el director de la OPSU, Antonio Castejón, reconoció que el mecanismo tenía defectos, pero la discusión se centró en las medidas a tomar para solucionarlos.
'Yo no lo puedo asegurar, pero no pareciera que hubiera una razón para mantener los percentiles, desde el punto de vista técnico', insiste González. Coincide con Castejón en que el talento no tiene nivel socioeconómico y con Pablo Ríos, vicerrector de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, en que es necesario desarrollar exámenes para explorar la potencialidad de los aspirantes.
Por eso, en su opinión habría que buscar un mecanismo por el cual las personas talentosas ingresen, a través de evaluaciones que no se basen tanto en los conocimientos, sino en las potencialidades. Y agrega: 'El gran problema es cómo va a hacer la OPSU para asignar la cuota que le corresponde este año. A menos que usen los percentiles, no tienen nada definido para hacerlo'.
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