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Ante el debate que ocupa al país, en relación con la cacareada reforma educativa, nosotros proponemos que debemos más bien centrarnos en acciones específicas que permitan mejorar las condiciones de la planta física de todas las instituciones educativas; retomar el programa del Vaso de Leche Escolar para optimizar la salud y el rendimiento de nuestros niños en las escuelas, y además insisto en asegurar que lo urgente para esta democracia es que se resuelva el desfase de esos esquemas educacionales que están anclados en moldes superados por la modernidad. Si nos paseamos por algunas escuelas –como lo hacemos nosotros constantemente– confirmaremos que para los alumnos y sus representantes, así como también para los educadores, es vital la recuperación de los locales escolares, suplir la carencia de mobiliario escolar; porque aunque usted no lo crea, amigo lector, hay alumnos que reciben clases de pie o sentados en el suelo; para no explayarnos en las historias de esas escuelas que no tienen sanitarios, en donde los baños están destrozados y no pasarían una inspección sanitaria. La desnutrición de miles de niños es consecuencia de la falta de programas de alimentación, por eso es hora de retomar el programa del vaso escolar y construir los comedores y poner a funcionar el plan de los desayunos escolares.
Hay que corregir la situación socioeconómica de los docentes, cuyo salario es inferior al costo de la cesta básica. Hay maestros que ganan 500 bolívares por diez horas de trabajo. Se sabe que el salario mínimo es de 614 bolívares y 70% de los docentes ganan por debajo de 800 bolívares mensuales, cuando la realidad indica que la cesta básica cuesta más de mil bolívares fuertes; entonces, ¿cómo pueden vivir con dignidad los maestros venezolanos? Es urgente reactivar la contratación colectiva con los docentes, con educadores en situación económica paupérrima no podemos esperar que salgan graduandos de alto nivel como acontece en Japón, porque en ese país el primer funcionario público es el maestro. Pero debe quedar clarísimo que no se le teme a ninguna reforma educativa, lo que se rechaza es la idea de ideologizar a los alumnos.
Ex alcalde de Caracas REGRESAR |
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