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A un año de las protestas por el cierre de Radio Caracas Televisión, que permitieron renacer al movimiento estudiantil venezolano, los jóvenes dirigentes luchan por orientar y mantener viva a una de las pocas fuerzas opositoras que ha logrado sacudir el país en los casi 10 años de gobierno de Hugo Chávez.
Consumada la victoria de la oposición en el referéndum del 2 de diciembre, en el que los integrantes del movimiento desempeñaron un papel significativo, hoy se debate en las aulas y pasillos de universidades autónomas y privadas cuáles son los principales retos que afrontan los jóvenes a corto, mediano y largo plazo.
Sobre el tema parecen existir más divergencias que puntos en común; sin embargo, la visión de diversos líderes estudiantiles coincide en torno a la necesidad de no repetir los errores del pasado y escapar de los vicios que han marcado la Venezuela del último medio siglo.
La antipolítica, la desunión, la polarización, el partidismo y la apatía son identificados como los enemigos de una generación que aspira, más temprano que tarde, a tomar las riendas del país.
Reivindicar la política. 'El principal reto es permanecer unidos y seguir trabajando, y para eso tenemos que ayudar a los ciudadanos a desechar esa visión de la antipolítica que tanto daño nos ha hecho', opina Stalin González, ex presidente de la Federación de Centros Universitarios (FCU) de la Universidad Central de Venezuela y uno de los creadores del Parlamento de Jóvenes y Estudiantes, organización que representa a los dirigentes electos de 54 universidades.
'Hay que reivindicar la política y los partidos', dice Stalin González. 'Los venezolanos dejaron de creer en el sistema democrático por la corrupción y la ineficacia de un grupo de líderes. Y fue esa actitud de la antipolítica la que permitió que llegara al poder Hugo Chávez. Es hora de recuperar la fe en nuestras instituciones democráticas', agrega.
Sin embargo, los argumentos de González aún no parecen haber calado hondo entre los universitarios.
Casi la mitad de los jóvenes mayores de 18 años de edad no se han inscrito en el Consejo Nacional Electoral y en las marchas de los estudiantes aún suscita incomodidad la presencia de dirigentes políticos de la oposición.
El legado negativo. Otro de los retos que afronta el movimiento estudiantil es no dejarse contagiar con los vicios de la clase política venezolana.
Los mismos jóvenes advierten que es necesario escapar de la 'partidización' en un país en el que las fronteras entre Estado, Gobierno y partido de gobierno se hacen cada vez más difusas, lo cual ocurre paralelamente a la mediatización y la desconexión de una clase dirigente que prefiere acercarse a la gente a través de los medios de comunicación y no en persona.
Aunque dirigentes como Yon Goicoechea, Freddy Guevara y Ricardo Sánchez tienen una fuerte presencia en los medios, las bases que ellos representan han hecho un esfuerzo por mantener relaciones estrechas con las comunidades.
En los sectores populares, los estudiantes han desarrollado, desde hace casi un año, programas sociales como Sanando a Venezuela, UCV En La Calle, Proyecto Social Estudiantil y UCAB Presenta. 'La idea no era llenar el vacío que han dejado los partidos, sino contribuir a sacar adelante el país', expresa Alejandro Narváez, coordinador nacional del Parlamento Estudiantil.
En materia de 'partidización', en cambio, hay opiniones encontradas. Frank Calviño, secretario de deportes de la FCU de la UCV y dirigente del grupo Gestión, denuncia la actuación parcializada del Movimiento 100% Estudiantes en esa casa de estudios. 'Ellos han dividido a la Central. Si no estás con ellos, dicen que eres chavista y no te representan', asegura este joven que el año pasado fue herido en un enfrentamiento contra oficialistas armados en la Escuela de Trabajo Social.
El dirigente afirma que el Movimiento 100% Estudiantes 'actúa como lo hace el Partido Socialista Unido de Venezuela' y recuerda que 'las pasadas elecciones por la FCU fueron reseñadas por medios como Globovisión como una lucha entre opositores y chavistas, cuando la verdad es que los principales contrincantes éramos todos de la oposición'.
Ricardo Sánchez, quien preside la FCU, resta importancia a estas críticas. En su opinión, 'en el movimiento existe unidad de principios y valores, de cara a la construcción del país'. Si existen molestias, responde, es porque 'fueron desplazados los sectores cercanos al Gobierno y las fuerzas tradicionales que debilitaron el movimiento estudiantil'.
No obstante, el movimiento comienza a presentar grietas.
Recientemente ha habido divisiones y disidencias tanto en 100% Estudiantes como en el grupo 13 de Marzo, que dirigió Nixon Moreno en la Universidad de Los Andes.
Las nuevas luchas. 'Lo importante es que, en un grupo o en otro, estamos unidos en la defensa de las libertades y la democracia', señala Lawrence Castro, delegado estudiantil ante el Consejo Universitario de la ULA. 'Y estamos trabajando para presentar a los venezolanos un proyecto de país, para trascender las circunstancias políticas, que son transitorias', añade.
Mientras tanto, los estudiantes seguirán en determinante pie de lucha. 'La bandera ahora es la de los inhabilitados', dice Freddy Guevara, representante de la Universidad Católica Andrés Bello. 'Hay gente de los partidos políticos que nos ha dicho que olvidemos ese tema, porque tenemos todas las de perder. Pero yo les recuerdo que lo mismo se decía de la reforma constitucional y los jóvenes les demostramos entonces que sí podíamos ganar'.
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