|
|
En los planes originales del Banco Central, el 1º de julio empezaba el reino en solitario del Bolívar Fuerte con menos billetes en la calle. Sin embargo, las dos monedas compartirán espacios al menos hasta el resto del año y la masa de papeles no se reduce.
Uno de los objetivos de la reconversión monetaria era reducir el número de billetes que debe reponer el BCV. Hasta mayo, al menos, el ente regulador había colocado en circulación cerca de 900 millones de billetes del nuevo cono monetario, un número similar al que circulaba en diciembre de 2007, según una presentación de Ronald Balza, investigador del Departamento de Economía de la UCAB.
En noviembre de 2007, Luis Ortega, gerente general de la Casa de la Moneda señaló que el número de billetes sería de hasta 1.800 millones.
Balza resalta que la aparición del billete de 100 bolívares fuertes debió reducir la masa de billetes en circulación, pero, sin embargo, no sucedió.
De acuerdo con una nota de prensa del banco la cantidad de billetes nuevos representa una 'cantidad suficiente para el perfecto desenvolvimiento de la economía', pero en todo caso contraría la intención de reducir los costos de reposición.
Generalmente, los papeles moneda tienen una vida de 18 meses -aunque, según la Casa de la Moneda una tecnología nueva le alargará la vida de 36 a 48 meses-, y en cambio las piezas metálicas duran hasta 20 años.
De acuerdo con Balza, para conseguir los ahorros de reposición y transporte, el BCV debió emitir monedas de 2 y 5 bolívares fuertes por su uso cotidiano en pagos menores, y excluir las monedas de céntimos.
Un procedimiento similar había llevado a cabo el propio BCV, tan sólo un mes antes del decreto de reconversión, cuando emitió la moneda de 1.000 bolívares para sustituir el billete de igual valor. 'Todo se hizo de manera improvisada', dijo Balza.
Sobre las emisiones de nuevas monedas, el BCV ha estado muy silencioso. Los detalles de cuántas monedas y billetes del bolívar fuerte se encuentran en circulación, disgregados por las distintas denominaciones, sólo se publicaron hasta enero.
Hasta mayo, el BCV había recogido 84% de los billetes viejos, pero todavía se mantenía atrasado en la recolección de monedas, lo que impulsó el cambio en la fecha tope para la coexistencia de las dos monedas. Según Balza, las nuevas piezas de céntimos son 'prácticamente inútiles' en su valor y 'muy pesadas' para que los bancos puedan distribuirlas a través de sus redes nacionales. REGRESAR |
*** noticias no disponibles *** |
|