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Amigos y socios de muchos años, los acaudalados empresarios venezolanos Franklin Durán y Carlos Kauffman, han empezado a mostrarse las espadas en la antesala del juicio federal contra el primero por espionaje en nombre del gobierno de Venezuela. La primera señal pública de esta confrontación la ha dado el abogado de Durán, Ed Shoat, al pedir a la fiscalía federal documentos solicitados desde marzo que probarían que Kauffmann y su esposa María Gabriela Jiménez, estuvieron involucrados en un intento de fraude migratorio a Estados Unidos. Shohat quiere saber si la investigación del fraude fue cerrada por la fiscalía a cambio de que Kauffman testifique contra su cliente. Kauffman, quien se declaró culpable en marzo, será uno de los principales testigos en el juicio a Durán en la Corte Federal de Miami. El FBI Durán está acusado de haber actuado como agente extranjero sin autorización para lograr que el empresario venezolano estadounidense, Guido Antonini, ocultara el origen y el destino de una valija con unos US$800,000 que le fue confiscada a éste en Argentina a mediados del año pasado. El gobierno de Argentina solicitó en extradición a Antonini por contrabando y lavado de dinero. Shohat también quiere saber si la fiscalía hizo alguna promesa a Antonini en relación con la extradición. La fiscalía respondió negativamente. Esta y otras peticiones fueron presentadas la semana pasada en un revelador memorial en el que el abogado de la defensa afirmó que Durán y Kauffmann fueron amenazados antes de ser arrestados y acusdos de actuar como agentes de Venezuela. En ese contexto de las amenazas, Shohat se refirió al intento de fraude migratorio de la familia Kauffman. Según el abogado, durante una conversación grabada por el FBI el 23 de agosto, Kauffman le comentó a Antonini que, a raíz de amenazas que había recibido contra su vida, se mudaría con su familia a Estados Unidos. Para tal fin tendría que hacer una trampa a las leyes de inmigración en relación con el trabajo de su esposa. El recuento de Shohat no menciona el origen de las amenazas pero indica que Durán también las recibió. Thomas Mulvihill, fiscal del caso, respondió a la solicitud de Shohat argumentando que desde el 3 de junio entregó a la defensa información sobre el supuesto fraude. En esta nueva respuesta presentó un sumario de los hechos que comprometen a Kauffmann. Dice el fiscal que siendo copropietario de Oceanika Yatch en Venezuela, Kauffmann obtuvo en ese país papeles falsos que certificaban que su esposa Gabriela había trabajado en esa empresa durante dos años. Los papeles fueron falsificados para que Gabriela obtuviera una visa L1 que le permitiría quedarse en Estados Unidos. Mulvihill no explicó las razones por las que los Kauffmann decidieron instalarse en Miami, donde tienen residencia, pero afirmó que cuando el FBI interrogó inicialmente a Kauffmann, éste dijo que no tenía ninguna acción ni participación en la empresa de botes. Luego lo admitió. Oceanika se promueve en su portal de Internet como representante oficial de las embarcaciones Azimut en Venezuela e intermediaria especial de esta línea en Harbour Towne Marina de Dania Beach, Florida. El 31 de julio El memorial sostiene que el FBI interrogó al personal de Oceanika sobre este caso, y ahora Shohat aspira a tener acceso a la investigación y a sus resultados para cuestionar la credibilidad de Kauffman ante el jurado del juicio programado para septiembre. La evidencia de la existencia de una investigación criminal por el fraude, señala Shohat, pesa en 'la decisión del señor Kauffmann de declararse culpable y testificar contra su ex compañero y socio de negocios Franklin Durán''. Kauffann compartía varias negocios con Durán en los sectores petrolero, de construcción y aviación, y días antes de que ambos fueran arrestados hicieron frente común contra American Express Bank en Estados Unidos para recuperar US$25 millones que el banco se apropió 'en forma fraudulenta e inconsulta', según alegaron en una demanda que luego retiraron sin explicar los motivos. Pero ahora todo indica que los lazos están rotos, y que el juicio será un escenario para revelar los secretos que antes los unían.La corte ha señalado una audiencia especial para 31 de julio ante el juez Barry Garber para escuchar los argumentos de las partes en torno al memorial de Sota REGRESAR |
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