| Para el coordinador nacional de Primero Justicia, Julio Borges, las leyes habilitantes aprobadas por el Presidente tienen una misma característica: le quitan derechos al pueblo.
Esta aseveración la realizó al explicar como ejemplo la nueva Ley de Seguridad Alimentaria, la cual decreta más intervención del gobierno (28 nuevos permisos y 16 planes) en la producción de alimentos, al mismo tiempo que anula los derechos de los consumidores.
Borges, explicó que el artículo 36 de la nueva Ley establece que 'el presidente en cada región determinará los niveles de consumo por rubro para garantizar un mínimo que no se traduzcan en consumo exagerado'. Es una de las tantas pruebas que determinan que con esta Ley, el pueblo pierde el derecho a comprar lo que quiere, cuando quiera y de las marcas que le provoque; y, por el contrario, tendrá que adaptarse a comprar lo que el gobierno quiera y de la marca que quiera', expresó.
Dijo el malestar que sufre el pueblo de Venezuela cuando va a un Mercal y está obligado a hacer compras encadenadas de productos, les guste o no; o comprar alimentos de marcas que no le gustan, es una pequeña muestra de lo que convertirá esta ley, la compra de alimentos en Venezuela.
Recordó las intervenciones del Presidente cuando compró Lácteos Los Andes y dijo que el decidía que ya no se harían más jugos de manzana o cuando en otra intervención dijo que no debe haber tintes de pelo para las mujeres. 'Esa es la mentalidad que esta detrás de las leyes. Quien decide es el gobierno, no el pueblo', afirmó.
En este sentido, el dirigente de la tolda amarilla propone un esquema de seguridad alimentaria diferente. 'En primer lugar promover la producción de alimentos en Venezuela y dejar de comprar alimentos a otros países. En segundo lugar, asegurar los derechos de los consumidores a comprar los alimentos que quieran, a precios razonables y de buena calidad y, en tercer lugar, lograr que el gobierno y el sector privado trabajen juntos como socios, no como enemigos, para lograr así más alimentos para Venezuela'.
Este año, en el que la inflación de los precios llegara al 27%, el gobierno debería estar claro que la mejor manera de bajar el costo de la comida es produciendo mas comida en Venezuela y dándole la oportunidad a los venezolanos de decidir.
Finalmente, retó al Presidente -quien amenazó con hacer 50 nuevas leyes- a debatir si estas leyes, las cuales calificó como de un refrito que el pueblo rechazó el pasado 2D, le quitan o le dan más poder al pueblo.
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