En esta remota localidad del suroeste de Venezuela, a escasos 30 kilómetros de la frontera con el Arauca colombiano, el ambiente de relativa seguridad no se debe a la visible presencia militar del
gobierno venezolano, sino a las fuerzas que controlan de facto esta población de unos 10,000
habitantes: los guerrilleros colombianos que operan a sus anchas en la zona. REGRESAR |