El Gobierno se verá obligado a realizar un severo plan de recorte de gastos para enfrentar los problemas que generará una reducción importante de los ingresos petroleros, aunque no se vislumbra nada parecido a una crisis fiscal, advirtió el economista y director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.
'Los presupuestos han sido históricamente letra muerta, y eso, para ser honesto, no ha sido así sólo durante el gobierno del presidente Hugo Chávez. En 2009, no se puede esperar nada distinto que la continuación de la administración altamente discrecional de los recursos públicos, pero, eso sí, en un escenario de contracción de los ingresos', explica el analista.
De acuerdo con fuentes de la Asamblea Nacional, se espera que el presupuesto de gastos ordinarios alcance los 180.000 millones de bolívares fuertes, una cifra parecida a los gastos totales, sumados los créditos adicionales aprobados por el Parlamento, que se registrarán hasta el cierre de 2008.
Este presupuesto se calculará con base en una estimación de 60 dólares por barril, como precio promedio de la cesta de crudos venezolana, durante el próximo ejercicio fiscal. Igualmente, se estima que la inflación anual se ubicará entre 15% y 20%, mientras que no se anuncian modificaciones para el tipo de cambio oficial, que se mantendrá en 2,15 bolívares fuertes por dólar.
Confrontado con estos datos, el economista Oliveros señala que tales supuestos no parecen ajustados a lo que podría ser la realidad más probable. 'Por ejemplo, soy bastante pesimista en cuanto a la posibilidad de reducir la inflación en 2009. Pensamos que, lamentablemente, se ubicará en alrededor de 30%, pues no existen condiciones objetivas que permitan suponer que los precios tendrán un comportamiento distinto, sobre todo en la actual situación que atraviesa el aparato productivo interno'.
TENTACIÓN DEVALUACIONISTA
En opinión de Oliveros, puede ser cierto que el Gobierno no tiene intenciones de mover el tipo de cambio, pero ante la posibilidad de no poder financiar todo el gasto contemplado, 'la tentación aumenta'.
Está claro que, en el próximo ejercicio, el Ejecutivo tendrá un menor margen de maniobra para actuar en el frente fiscal. En el presupuesto del año 2007, la administración estimó, 'de manera extremadamente conservadora', según Oliveros, un precio petrolero promedio de 35 dólares por barril de crudo, mientras que, en realidad, tal promedio podría alcanzar los 92 dólares, ello significa que existe una amplia franja de ingresos, derivados de un diferencial positivo de 57 dólares, que se ha administrado con absoluta discrecionalidad.
Ese diferencial podría llegar a un máximo de 20 dólares en 2009, debido a que la cotización promedio de la cesta venezolana podría ubicarse en unos 80 dólares. 'Esta situación generaría problemas de administración fiscal, ya que el Gobierno parece necesitar de muchos recursos para asignar de forma directa y sin controles. El presidente Chávez maneja los recursos públicos a su arbitrio, al igual que la política presupuestaria, en general', apunta Oliveros.
La crisis financiera de Estados Unidos y su impacto recesivo en Europa han incrementado los niveles de volatilidad en los precios petroleros. Un ejemplo claro de ello son las fuertes fluctuaciones, al alza y a la baja, observadas en las cotizaciones del marcador West Texas Intermediate (WTI) en las últimas semanas; sin embargo, la tendencia es claramente hacia la baja.
Esta excesiva volatilidad de los precios del crudo podría mantenerse por dos o tres años, dependiendo de cómo funcionen los correctivos que los gobiernos de Estados Unidos y Europa apliquen para sacar a sus economías de la recesión, según reveló un reporte reciente del Grupo Santander.
Ante esta situación, la administración del presidente Chávez tendrá que ajustarse.
FINANCIAMIENTO
Uno de los problemas medulares que enfrentará la administración fiscal en 2009 es el financiamiento del creciente volumen de importaciones que serán necesarias para impedir episodios de desabastecimiento de productos esenciales.
De acuerdo con cifras de la Gerencia de Investigación Financiera del Banco Mercantil, las compras externas totales podrían cerrar 2009 en 59.000 millones de dólares.
Otras firmas, como Ecoanalítica, proyectan importaciones totales aún más elevadas, alcanzando la astronómica cifra de 65.000 millones de dólares. Esta situación plantea necesidades de financiamiento que, sin descontar el impacto que pudiera tener la crisis financiera internacional, serían equivalentes a más de 2,5% del PIB para el próximo año.
Oliveros precisa que el programa de recortes debe ser muy amplio para que efectivamente contribuya a hacer más manejables las cuentas fiscales, porque el problema del fisco no es la ausencia o precariedad de los flujos de recursos, sino del elevado gasto público que mantiene el Gobierno.
De acuerdo con las estimaciones previas conocidas, el nuevo presupuesto será nominalmente 30,9% más elevado que el de 2008, para llegar a 180 millardos, aunque los requerimientos de los diferentes ministerios e institutos del Estado superaron los 200.000 millones de bolívares fuertes, señalaron fuentes parlamentarias. REGRESAR |
