A lo largo de seis semanas de juicio, la defensa de Franklin Durán ha intentado que su cliente refleje la imagen de un hombre preocupado por sus negocios, interesado en que Guido Antonini resolviera su problema legal en Argentina para preservar la amistad que los unía desde hacía más de 20 años y, por supuesto, para salvar las empresas que podían perjudicarse por el escándalo.
Ayer, durante la sesión que se prolongó hasta las 3:00 de la tarde, el abogado Edward Shohat intentó que la jueza Joan Lenard admitiera como evidencias los estados de cuenta de Antonini desde 2002 hasta 2006. La intención era demostrar cómo los ingresos del hombre de la maleta habían ascendido ostensiblemente luego de que Durán le echara una mano. El jurista mostró un balance en el que se establecía que Antonini, 6 años atrás tenía 64.000 dólares en su cuenta. Este monto subió a 2,9 millones de dólares en 2006. Según explicara Shohat, 2,6 millones de dólares de ese total corresponderían a las ganancias que habría obtenido de la venta de unas casas prefabricadas a Uruguay, negocio que se concretó después de que Durán le emitiera una garantía lo suficientemente cuantiosa para que las autoridades del país sureño dieran la luz verde.
Sin embargo, la jueza Lenard desestimó todas las cuentas anteriores y se reservó el derecho de estudiar si admitiría o no la cuenta de 2006.
Otro tema de consideración fue el que ya venía desarrollándose desde el miércoles con el testimonio del piloto y contador Wladimir Abad. De nuevo, la defensa abordó el hecho de que el 22 de septiembre de este año Abad ofreció una versión de la historia, y ahora, menos de un mes después, la cambio completamente. Shohat citó a Abad luego de que este afirmara -ante una corte de EE UU en septiembre- que Antonini le había pedido expresamente que lo pusiera a él como presidente de Fox Delta, empresa bajo la cual está registrada la vivienda principal de Durán en la exclusiva zona de Key Biscayne, en Miami. Sin embargo, el piloto se retractó y señaló que lo había hecho por iniciativa propia. 'Antonini trata de robar los bienes de Frank...Él lo odiaba, y ahora trata de ponerlo en prisión', señaló el abogado. También, le preguntó si se había reunido con el FBI y este respondió afirmativamente. Abad tiene una deuda vieja con la justicia estadounidense por la confiscación de un jet, registrado bajo el nombre de American Food Grain, compañía en la que aparece como secretario, por la falsificación de matrículas.
Clarissa López, empleada doméstica de Durán, dio un corto testimonio. Se supone que inicialmente le habría dicho a los abogados defensores que ella escuchó a Antonini hablar de un viaje a Argentina. REGRESAR |
