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El presidente Hugo Chávez exigió a su tren ministerial que en el presupuesto 2008 debe prevalecer la austeridad, es decir, evitar a toda costa aquellas compras superfluas que nada tengan que ver con proyectos de desarrollo para el país. Algunos funcionarios han señalado que para bajar el gasto
se revisará la nómina de la administración pública, las contrataciones, el consumo de energía y la adquisición de bienes.
Durante 2008, el Gobierno ha ejecutado una política fiscal expansiva. El presupuesto de la Nación de 137,5 millardos de bolívares fuertes ha pasado a 174,9 millardos, debido a la aprobación de recursos extraordinarios a través de los créditos adicionales.
Ante este ritmo de gasto público, analistas consultados sostienen que será muy difícil en el corto plazo realizar un ajuste a la baja. Esto implicaría aprobar un presupuesto equivalente al actual más la inflación de 30%, por lo que para el ejercicio fiscal del próximo año podría ascender a los 160 millardos de bolívares fuertes.
A juicio del profesor del IESA, José Manuel Puente, mientras se mantengan altos los precios del petróleo será difícil que el Gobierno no incremente el gasto. 'Uno quisiera que se presentara un presupuesto más austero, pero razones de economía política lo hacen difícil en el corto plazo, y menos después de un presupuesto tan expansivo como el de 2008'.
Otros analistas consideran que de no ejecutarse un proceso electoral para el próximo año, se podría lograr disminuir el gasto público. Puente difiere de esta apreciación, y sostiene que aunque eso podría ayudar a que no se produzca una mayor erogación de los recursos públicos, existe otro factor que distorsiona el presupuesto: el alza de los precios del crudo.
'Esto genera señales para que los agentes económicos traten de capturar su espacio de renta presupuestaria, es decir, los ciudadanos se resisten con mucha más fuerza a que se realice un ajuste del presupuesto cuando observan un importante ingreso por exportaciones petroleras'.
El juego de siempre.
El economista recordó que el presupuesto que se aprueba en la Asamblea Nacional es menor al que finalmente se ejecuta durante el año. La figura de los créditos adicionales hace que aumente entre un 20% y 30%.
'En 2008 se mezcló un cóctel peligroso: un año electoral y altos precios del petróleo, las condiciones para que un gobierno quiera gastar más. El próximo año desaparece el factor electoral, pero aún se contará con una cotización alta del crudo'.
Los analistas prevén que el ambiente favorable del mercado petrolero internacional hará que el Gobierno pueda cerrar el año con activos externos que el orden de los 140 millardos de dólares. Aunque el crudo baje a 70 dólares en el último trimestre, se contaría con un promedio de entre 95 a 97 dólares, y el Gobierno no debe tener problemas fiscales porque cuenta con suficientes reservas.
'Tal vez el Presidente perciba que no son sostenibles los niveles de gasto a mediano plazo, como los que ha tenido desde 2006 por encima de 30 puntos del producto interno bruto, porque esto sólo es posible en un escenario de altos precios de la cesta petrolera. Para este año tenemos un gasto público medido con respecto al PIB por encima del promedio de la década de los 90 de unos de 10 puntos', explica Puente.
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