La afluencia de clientes en los supermercados capitalinos se hizo evidente ayer, en una semana que varios gerentes de sucursal de distintas cadenas catalogaron como 'atípica', al presentar más público que el normal sin ser de cobro de quincena.
Los comerciantes atribuyen esta situación a la cercanía de las elecciones, a lo que se unieron los efectos de las fuertes lluvias del jueves. 'Siempre que hay cerca un proceso electoral se incrementan las compras nerviosas, especialmente las de productos básicos'.
'Toda la semana hubo más gente de lo normal, sin llegar a los niveles de observar compras nerviosas', señaló un empleado del Central Madeirense de Bello Monte. Pero ayer en algunos locales se veían clientes con 10 botellones de agua, más de seis kilos de harina pan o de pasta, arroz o café; varias bolsas de leche en polvo y de pan de sandwich, el queso y el jamón por kilos, etc. También compraban pañales, galletas y los llamados 'antojitos' en cantidades mayores a las usuales.
En Unicasa de Bello Monte el estacionamiento estaba colapsado, al igual que en Luvebras de La Castellana; en el Madeirense de Bello Campo había que hacer una buena cola para pagar.
En términos generales, la población contó con los productos de la cesta básica en prácticamente todos los comercios, salvo algunos alimentos como el arroz, azúcar, caraotas y café, que hay que buscarlos de local en local; se observó que en algunos súper están racionando a dos o tres unidades por persona la venta de tales productos. REGRESAR |