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'Soy adicto a los jarabes para la tos. Hace tres años empecé a tomarlos por un resfriado con mucha tos por recomendación de un familiar; como me hacía sentir bien seguí tomándolos y ahora no puedo dejarlos. Cada vez necesito más cantidad, hay días cuando bebo más de una botella entera. Se ha vuelto un problema grave y no sé cómo dejarlo'.
Este es un relato resumido de un joven de 15 años que comenzó inocentemente a tomar jarabes para la tos y quedó 'pegado', es decir, desarrolló una adicción a los mismos. Aunque parezca increíble, esta es una realidad más frecuente de lo que se pudiese suponer.
Existen varios tipos de jarabes para la tos, pero algunos contienen una sustancia llamada codeína, que es un opiáceo, es decir un derivado del opio. Esta sustancia es altamente adictiva. Durante muchos años la codeína ha sido utilizada como antitusígeno (jarabe para la tos), pero mal utilizada termina generando adicción. Lamentablemente, en nuestro país la venta de esta sustancia no está controlada, por lo que es de venta libre y cualquiera puede tener la posibilidad de comprar la cantidad que desee.
La codeína tiene como base una sustancia denominada metilmorfina, que es muy adictiva, por lo que en la mayoría de los países es controlada. Se utiliza en el campo de la Medicina para tratar el dolor y la tos. Es un narcótico analgésico que debería estar disponible sólo por prescripción médica con restricciones para su venta. Además de que algunos jarabes para la tos contienen codeína, también preparaciones para aliviar el dolor la contienen.
Muchos usuarios utilizan esta sustancia porque da una sensación de euforia, que tiende a desaparecer al desarrollar la adicción, quedando la necesidad compulsiva de consumirla. El abuso de codeína produce aletargamiento, confusión, falla en habilidades motrices, mareos e inquietud. La sobredosis puede producir dificultad para respirar y hasta paro respiratorio y la muerte. También puede causar daño renal.
Muchos jóvenes hoy en día se acostumbran a consumir esta sustancia en forma de jarabe para la tos. Uno o más frascos producen una sensación de irrealidad, sedación y pérdida de conciencia. Lamentablemente produce una adicción seria y difícil de tratar. Debido a la facilidad de conseguirlos logran comprar la cantidad que deseen.
Afortunadamente hay varias opciones de tratamiento que se derivan de la experiencia y de las investigaciones relacionadas con el tratamiento de la adicción a la heroína, que es una sustancia hermana.
El tratamiento a largo plazo de la adicción a los opioides comienza con la desintoxicación. Su objetivo es aliviar los síntomas del síndrome de abstinencia, que puede llegar a ser muy fuerte. Luego de la desintoxicación se debe instaurar un tratamiento a largo plazo para enseñar a los adictos a funcionar sin la droga, a manejar los deseos de consumir, a evitar los riesgos de volver a consumir y cómo manejar una recaída si ocurriese. Se utiliza la terapia individual, de grupo y familiar; medicamentos y técnicas como el neurofeedback, que ayudan a los pacientes a recuperarse. REGRESAR |
| Fecha publicada: 26/11/2008
Fuente: El Universal
Tema: salud
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