La plaza Bolívar está hecha un foro. Las conversaciones de los transeúntes versan sobre los resultados electorales, y en medio de los análisis surgen rumores. Que si Antonio Ledezma va a desaparecer Ávila TV, canal de la Alcaldía Metropolitana; que si va a cerrar Centros de Desarrollo Integral.
El canal comunitario creado con 5 millones de dólares, que dio el alcalde Juan Barreto, pasó ayer a manos del Ministerio de Información y Comunicación, según informó a la emisora YVKE Mundial el presidente de ese medio, José Manuel Iglesias.
En la sede de Ávila TV intentan calmar los ánimos. 'Eso no va a pasar porque hace meses comenzó el proceso para transferirlo al Minci', explicó un funcionario de seguridad en la entrada. Sin embargo, en la plaza Bolívar, Rubén Darío Sifontes, desinformado, repetía la denuncia de las supuestas intenciones de eliminar el canal, debido a declaraciones del alcalde electo, quien señaló que tenía un equipo para trabajar en el medio de comunicación. 'Hay que mantenerse en la calle, compatriotas', arengaba Sifontes a quienes lo oían en medio de la acera.
La militancia chavista que se concentra en la plaza Bolívar dijo que no colaborará con las nuevas autoridades, pero que lo respetará, siempre y cuando no intente sacarlos de la cuadrícula, como aseguran intentó hacer Alfredo Peña, y como sí hizo el hampa hace dos meses, cuando les robaron los toldos.
Un funcionario saliente de la Alcaldía Mayor dijo que lo mejor para Ledezma era que despachara en otro municipio, como le permite el cargo, para evitar conflictos. El colectivo de la esquina caliente tiene tomados dos vértices de la cuadrícula -frente a la Catedral y a un costado de la joyería Francia-, y asegura que es patrimonio de la revolución.
'Esto no empezó con Peña, empezó en 1810 cuando se dio el grito de independencia en este lugar', manifestó Ramón Durán. Si bien señaló que no apoyó la gestión de Barreto, dijo que guardó silencio sobre su descontento 'por lineamientos presidenciales'. Ahora duda que pueda quedarse quieto.
Hablan de activar el referéndum revocatorio a un alcalde que ni siquiera ha llegado a su despacho.
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