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Aunque en el resultado definitivo poco importa de dónde provengan los sufragios, porque se gana por mayoría simple (en nuestro sistema todos los votos tienen una importancia similar), conocer de dónde provienen los sufragios es vital para elaborar mapas de poder de ámbito nacional, regional y local.
En el caso del estado Miranda, el nuevo gobernador, Henrique Capriles Radonski, obtuvo la primera magistratura del estado pese a perder en 15 de los 21 municipios de la entidad.
En esencia, Capriles Radonski perdió en 71% de los ayuntamientos que conforman al estado Miranda, pero aventajó en la cuenta final al actual gobernador electo en 77.042 votos. Evidentemente lo que determina quién resulta ganador es la cantidad de votos, y no el total de victorias municipales.
El actual gobernador no sólo perdió por los votos que le negaron los municipios Baruta, Carrizal, Chacao, El Hatillo, Los Salias y Sucre; sino porque fue incapaz de obtener respaldo contundente en los ayuntamientos que se suponen poseen mayoría pro gobierno. En las 15 jurisdicciones rojas, rojitas del estado se encuentran 36% de los votos (212.285 sufragios) que sirvieron a Capriles Radonski para ganar.
El caso de la capital del estado Miranda es el mejor ejemplo. En el municipio Guaicaipuro (conformado por seis parroquias, cinco de estas rurales) triunfó como alcalde el candidato del PSUV, Alirio Mendoza. Cabello también ganó en esta jurisdicción, pero su diferencia con Capriles Radonski fue de apenas 1.283 votos, un escaso margen si se considera que este municipio es el tercero en importancia en el estado Miranda al concentrar a 170 mil electores potenciales.
Aunque Cabello se impuso en 15 municipios, su margen municipal de victoria más amplio se registra en el municipio Lander. Ahí, su candidatura superó a la de Capriles Radonski por 20.355 votos válidos.
Un margen que no se compara con los triunfos obtenidos por el nuevo gobernador en el municipio Sucre (31.396 votos de diferencia), El Hatillo (21.470 votos de diferencia), Chacao (35.541 votos de diferencia) y Baruta (93.633 votos de diferencia)
A pesar de la diferencia en el municipio Baruta, sería un error suponer que Capriles Radonski ganó exclusivamente por estos electores. Si la diferencia de votos a su favor en los municipios Chacao, El Hatillo o Sucre fuese similar a la que obtuvo Cabello en Guaicaipuro, los votos baruteños -por sí solos- no le hubiesen llevado a la gobernación.
Los dos Petare El municipio Sucre es parte de la batalla social llevada al plana electoral. En efecto, Cabello triunfó en tres de las cinco parroquias que conforman la jurisdicción, no obstante el comportamiento de sus electores es similar al registrado en el resto del estado.
El actual gobernador logró ganar en Caucagüita, Fila de Mariches y La Dolorita; sin embargo apenas logró aventajar (entre las tres parroquias) a Capriles Radonski por 15 mil votos.
En esta jurisdicción, el nuevo gobernador basó su triunfo, no sólo en contundentes diferencias en las parroquias Leoncio Martínez (23.985 votos a favor) y Petare (22.925 votos); sino en capitalizar 11.676 sufragios (35% de los votos) en las parroquias que el chavismo reclama como territorios rojos, rojitos.
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Eugenio G. Martínez
EL UNIVERSAL
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