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La oposición no la tendrá fácil para gobernar en el Distrito Metropolitano y en el estado Miranda. Apenas a una semana de las elecciones, el chavismo está ejecutando varias transferencias del poder local al poder central, para restarles espacios de acción a las autoridades electas por la mayoría.
Por ejemplo, la Alcaldía Metropolitana está perdiendo competencias en el control del canal Ávila TV y de la administración del Parque Naciones Unidas, junto con otras instalaciones deportivas.
Cada vez esta Alcaldía pierde más poder, puesto que en la gestión saliente de Juan Barreto ya esta instancia local había cedido la Policía Metropolitana y los hospitales metropolitanos al Ministerio de Interior y Justicia y al despacho de Salud, respectivamente.
En el caso de la gobernación de Miranda, los ataques se han sentido por el lado de la seguridad y del transporte. La gobernación perdió los autobuses que tenía disponibles para sus planes de movilización, y les quitaron armas de sus fuerzas policiales.
Estas medidas no sólo afectan a las autoridades locales como Enrique Capriles Radonki y Antonio Ledezma, sino también a los ciudadanos que ahora encuentran nuevas trabas para recibir la atención de las autoridades.
Al parecer, desde el poder central esto es menos importante que el poder político que no quieren perder, pese a los resultados electorales.
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