Los usuarios de las emergencias privadas parecen vivir el tiempo dentro de un cuentagotas, viendo pasar a los médicos sin que sepan con precisión cuándo será su turno. Esta dinámica se ha acentuado en los dos últimos años producto del aumento de la población, de la contratación de seguros y del escaso crecimiento de la salud pública.
El jueves pasado, Aníbal -que prefirió no revelar su apellido- aguardaba en la sala de espera de la clínica Santa Sofía. Mientras cumplía un tratamiento intravenoso llenaba crucigramas y, como una paradoja hecha a la medida de la ocasión, leía fragmentos de un libro titulado Meditaciones breves para vivir sin estrés.
Llegó allí el día anterior, a las 5:00 pm. Presentaba fuertes dolores de cabeza y una opresión en el pecho. Esperó cerca de una hora para llenar los formularios de ingreso y pago, y aguardó por la atención del médico, que sólo demoró 15 minutos. Enseguida le ordenaron hacerse unos exámenes.
Llegada la medianoche, no se había desocupado una cama en emergencia y le aconsejaron irse a su casa y volver al día siguiente, ya que su afección no era tan grave.
'En mayo del año pasado me tuvieron que hospitalizar, pero no lo hicieron de inmediato porque no había camas disponibles; así que tuve que ingresar por emergencia, esperé una noche y luego me operaron. Ahora ni siquiera pude permanecer en emergencia porque no había camillas', relató el jueves en la mañana.
Aníbal no es el único que pasa por esta situación. La Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales calcula que hacen falta aproximadamente 20.000 camas de hospitalización en todo el país, de ellas 2.500 de cuidados intensivos.
Hipólito García, presidente de la organización, manifestó que así como aumenta la demanda también lo hace la población.
'Tenemos enfermedades infectocontagiosas y de riesgo aumentado, en una población que no acostumbra a comer bien ni a hacer ejercicio', dijo.
El especialista indicó que el panorama se complica cuando se toma en cuenta que cada vez son más los ciudadanos que contratan seguros, y aspiran a acceder al sistema de salud privado porque no confían en el sistema público, debido a la falta de materiales, equipos y de expansión.
Un estudio de la Cámara de Aseguradoras de Venezuela indica que ha aumentado la penetración del servicio en las clases humildes, al punto de que 21% de los estratos C, D y E posee ese tipo de asistencia.
El Ejecutivo lanzó en 2005 la Misión Barrio Adentro 3, con la finalidad de modernizar los hospitales existentes, así como construir nuevas edificaciones.
No obstante, la Federación Médica Venezolana considera que los logros son pocos.
'Los hospitales que se han construido recientemente son el Cardiológico Infantil en Caracas y el Hospital Materno Infantil de Barinas. Mientras, se han descuidado 300 hospitales públicos y más de 4.850 ambulatorios y medicaturas. Los centros asistenciales que prometieron remozar llevan más de un año en ese proceso y no se le ve el queso a la tostada, como en el caso del hospital Vargas', expuso el presidente del ente gremial, Douglas León Natera.
Ruta de emergencias.
En la misma mañana en que Aníbal aguardaba en la clínica Santa Sofía, Raiza Ortiz se encontraba en el Hospital de Clínicas Caracas. Pasada la 1:00 pm aún no la atendían, pese a permanecer allí desde las 10:30 am, después de una breve estadía en la clínica Metropolitana, donde le dijeron que estaban a su máxima capacidad.
'No me han dado detalles sobre cuándo me van a atender, sólo me llamaron para el seguro. Yo tengo un plan de jubilación de la Cantv y un seguro por el que pago 4,5 millones al año. Pero igual no me han atendido', relató Ortiz, que hasta ese momento llevaba 3 días con fiebre.
Una semana antes, en la misma clínica, Ángela Ibarra acompañó a su esposo desde las 8:00 am hasta las 12:00 pm, momento en que lo hicieron entrar. 'En el tiempo que he estado aquí he visto que han devuelto ambulancias porque no tienen cupo', relató.
Roberto León Parilli, presidente de la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores, indicó otro factor que aumenta la saturación. 'Ocurre que las cartas avales de las aseguradoras demoran mucho, y la gente entra por emergencia para evitar ese proceso. Esta distorsión también genera el colapso de las emergencias', explicó.
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