Unos 'pitiyanquis' auténticos, al nacer y vivir en Estados Unidos, son los asesores del Gobierno y la mano derecha -o izquierda- en asuntos mercantiles del ministro Haiman El Troudi y de otros cráneos chavistas, entelequia esa que nos mantiene en vilo ante la horrorosa escenificación de un drama envuelto en expiación y angustia sin fin.
Los mencionados ecónomos numerarios, Mark Weisbrot y Rebeca Ray, miembros de un despacho de asesoría llamado Centro para la Investigación Económica y Pública, en Washington, al servicio del Gobierno de Hugo Rafael, afirman con desparpajo, que Venezuela está exceptuada de la crisis circundante del planeta; vamos, inmunes somos.
Resulta que nuestro principal rumbo de exportación, el petróleo, va en un 80 por ciento -al ser pesa- do y necesitar refinerías adecuadas-, al reino del Lucifer-Bush, y ese país pérfido está oficialmente en recesión -periodo en el que disminuye el producto nacional bruto-, y ello será causa, en opinión de sesudos analistas, la puerta de entrada a la peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial.
No hay duda que tal desbarajuste es de magnitud colosal y está arrastrando a las naciones del planeta de forma pavorosa. España, por citar a una de ellas, al día de hoy cuenta con la alarmante cifra de tres millones de parados y el número sigue en aumento.
Venezuela difícilmente, por no decir imposible, se podrá escapar de tan magna hecatombe. El crudo bajó ayer a menos de 45 dólares y las perspectivas no son nada halagüeñas Con todo, ecuanimidad y calma. El 'musiú' Weisbrot predice, cual santón iluminado bajado de las peladas montañas del desierto con las nuevas tablas de la economía en las manos, que el Caudillo podrá seguir aumentando el gasto público, acrecentando sus misiones, regalando pasta por doquier y comprando juguetes bélicos al por mayor, aún con el crudo a 50 dólares. ¡Dios le escuche! Si así no fuera, llegó el momento de actuar con lógica, tino y mesura, algo -muy cierto-, no acorde con los paradigmas del Gobierno, al ser éste desperdicioso y manirroto sin coto.
Entre la corrupción que nos ahoga y la poca o ninguna sensatez ministerial para distinguir la crisis en su verdadero término, nos queda llamar a María, la pitonisa de la copla. Joseph Conrad recuerda: 'Enfrentarse, siempre enfrentarse, es el modo de resolver el problema'. En nuestro caso tarea ardua, cuando Chávez, con su ego inflado, es incapaz de ver la realidad circundante. REGRESAR |