¡No sigas regalando, chico! Por favor, compadécete del pueblo. Te lo rogamos. Te lo pedimos. Te lo imploramos. Ya basta. ¿Es que no ves cómo cayeron los precios petroleros? Déjanos algo. Si quieres te levantamos una estatua en cada esquina, imprimimos estampillas con tu cara y tu boina, abrimos iglesias para rezarte a diario, ponemos flores por donde pases, pero échale un parado. Mira cómo están las calles destruidas, paséate por los hospitales, piensa en los empleados públicos con meses atrasados, en el sueldo de los médicos, en las carencias de servicios, la necesidad de nuevas vías, arreglar escuelas. Aguántate las ganas. ¿Sabías que sólo con los carros que le diste a Evo podríamos mejorar la comida de las cárceles por un año? Tú tienes tu patria, la de Bolívar. Conduélete. Ese dinero no es tuyo. Es de todos, le pertenece al país y no es para donarlo. ¿Cómo vas a estar acabando con los pobres del ALBA si los nuestros ya no caben? Deja a la Kirchner que se resuelva sola, tú sabes cómo son las mujeres. Con ella no te alcanzarán todos los maletines que fabrique Gucci ni un ejército de duranes y antoninis. Deja que Evito se busque otro banco, él tiene su pueblo, su coca.
Cada país es cada país. Abandona a Ortega. Toma conciencia. Tú no eres bruto. Date cuenta de que Pdvsa necesita su dinero. ¿Quieres querer a Cuba? Quiérela, pero diles que nos ayuden. El dinero del petróleo es pasajero y el de la caña es duradero.
Desde hace mucho ellos se acostumbraron al hambre y las carencias, pero aquí a la gente le gusta tener sus vainas. Comer completo. Pero si sigues regalando no alcanza, te juro que no alcanza.
¿No presientes que un día ya no tendremos nada y nadie va a ayudarnos? ¿Que ya no estará Bush para acusarlo? Además, si quieres comprar armas, ¿con qué vas a pagar? ¿Ah? Tú sabes que ellos quieren su plata de contado. ¿Quieres que quedemos en ridículo? ¿Que dejemos de pagar como los argentinos y ecuatorianos? Por lo menos cobra la deuda petrolera. De verdad te digo que a menos de cincuenta el barril no podremos comprar comida. Te propongo algo. Para que no digan que eres mala gente, fija un mínimo mensual para que paguen. Pero cash, mano, cash. Déjate de trueques cuando lo que tú das no es renovable y lo estás cambiando por comida que termina en los retretes.
Y también déjate y que de financiar bancos. Tú no eres Bill Gates, ni Fondo Monetario, ni somos potencia de nada, de vaina si de bebedores de cerveza.
Despierta, compañero. O camarada, si tú quieres, pero te lo juro que con esa regaladera no va a alcanzar para pagar la nómina ni importar los millones de containers. Pregúntale a cualquiera que se- pa de dinero. A Maza, a quien sea, pero hazle caso y échale un parado. Acuérdate de Carlos Andrés, que sólo regaló 250 de los fuertes y lo botaron a patadas. Si lo deseas, reelígete hasta que tengas vida, pero con estos precios no sigas regalando, y sobre todo, no nos toques las reservas. REGRESAR |