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Presionado por la pérdida de brillo del petróleo, producto que provee 63% de los ingresos del Gobierno, Hugo Chávez recurre con mayor fuerza al uso de las reservas internacionales para cubrir gasto.
'El Banco Central ya comenzó a transferir y va a transferir en este primer mes y segundo mes del año, 12 mil millones de dólares' de las reservas internacionales al Fonden, un fondo que desembolsa recursos para proyectos de gasto e inversión, anunció el Presidente el viernes de esta semana.
El BCV alimenta las reservas recibiendo dólares que obtiene Pdvsa a través de la venta de petróleo; a cambio, le entrega a Pdvsa bolívares que luego llegan a manos del Gobierno.
El resultado es que al tomar los dólares registrados como reservas en el BCV, sin depositarle bolívares a cambio, como hace la administración de Hugo Chávez, en la práctica se utilizan dos veces las mismas divisas, un paso que tiene consecuencias importantes.
Una vez los bolívares entran en la economía existe una mayor cantidad de recursos detrás de los mismos productos, una ecuación que se traduce en aumentos de precios.
Los traspasos de reservas internacionales no son nuevos, comienzan en 2005 y al añadir el que está por consumarse, en los últimos cuatro años, el BCV habrá inyectado 29 mil 045 millones de dólares por esta vía.
Esta política explica, en parte, la constante aceleración de la inflación que de 14,4% en 2005 salta hasta 31,9% en 2008.
Víctor Olivo, ex gerente de programación macroeconómica del Banco Central y profesor de la Universidad Metropolitana, señala que las presiones inflacionarias 'no van a parar hasta que haya orden en la parte fiscal y monetaria. Esto es un mecanismo de financiamiento monetario del déficit'.
José Guerra, ex gerente de Investigación Económica del Banco Central, afirma que 'parte de estos bolívares que van a entrar se dirigirán a la compra de dólares, presionando el tipo de cambio paralelo y el oficial'.
Con este traspaso las reservas internacionales descenderán hasta 30 mil millones de dólares, nivel que el BCV considera como adecuado.
No obstante, ese monto sólo cubre 7,5 meses de importaciones, una magnitud que no es del todo sólida. Por ejemplo, en diciembre de 1982, dos meses antes del Viernes Negro, las reservas internacionales representaban nueve meses de importaciones, y el año anterior al ajuste de 1989 y al Caracazo, 10 meses.
La aspiradora El Fonden no sólo se alimenta de las reservas internacionales, también posee una tubería conectada a Pdvsa.
De acuerdo con las cifras oficiales, en total, este fondo sobre el que no existe mayor rendición de cuentas, ha recibido, añadiendo el próximo traspaso del Banco Central, 50 mil 863 millones de dólares, una cifra que supera el ingreso por exportaciones petroleras de 2005.
Habría que sumar a las cuentas del Gobierno el equivalente a 7 mil 870 millones de dólares que el directorio del Banco Central le ha entregado bajo el concepto de utilidades cambiarias.
La urgencia por obtener fuentes de financiamiento es clara. El precio del petróleo venezolano promedia 35,74 dólares en lo que va de año y el presupuesto está calculado con base a un valor de 60 dólares.
La distribución de recursos del Fonden, que constituye el principal paraguas que tiene el Gobierno para tratar de compensar la pérdida de ingresos, indica que a noviembre de 2008 tenía disponible unos 9 mil millones de dólares que aumentarán hasta 21 mil una vez el Banco Central concrete la nueva inyección de recursos.
Ahora hay menos El declive del ingreso petrolero obligará a disminuir la cantidad de dólares que Cadivi entrega al tipo de cambio oficial para las importaciones.
Analistas afirman que este paso se traducirá en que aumentará la cantidad de productos que se importan a través del mercado paralelo, a un tipo de cambio muy superior, y el resultado será mayor inflación.
En los últimos doce meses el precio de los alimentos en Caracas acumula un salto de 46,7% que principalmente impacta a las familias que componen el 25% más pobre del país.
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