|
|
|
Luis Vicente León, director de Datanálisis, considera que la administración de Hugo Chávez cuenta con herramientas para evitar un ajuste fuerte de la economía y apostar al rebote del petróleo, no obstante, todo apunta a que los venezolanos sufrirán en 2009 alta inflación y muy bajo crecimiento.
Entre los instrumentos que dispone el Gobierno para retrasar medidas drásticas ante la pérdida de brillo del oro negro, desde 126 dólares en julio de 2008 hasta 37 dólares al cierre de la semana pasada, se encuentran: ahorros en fondos y reservas internacionales por 64 mil 900 millones de dólares; activos, la posibilidad de implementar impuestos de rápida recaudación y jerarquización de las importaciones al tipo de cambio oficial.
En el flanco de los egresos podría recortar la política de estatizaciones, disminuir el dinero que gasta en apoyos internacionales y posponer inversiones.
Si en definitiva el petróleo, producto que provee 93 de cada 100 dólares que ingresan a Venezuela y la mitad de los recursos que soportan al presupuesto no rebota, el país entraría en una crisis política de grandes dimensiones en 2010.
Pero si el crudo se recupera, el Gobierno habrá salido ileso.
Luis Vicente León, quien participó en un foro organizado por la Cámara Venezolano-Japonesa, estima que hay factores para no descartar un rebote del petróleo en el mediano plazo.
'Hay países que no pueden producir crudo con un precio entre 25 y 30 dólares el barril y se paralizan inversiones, entonces, si bien no va a haber la misma demanda tampoco existirá la misma oferta en el mercado. Una encuesta de Reuters con expertos se pronuncia por un precio promedio de 56 dólares en 2009 y de 76 dólares en 2010'.
Si bien en el plano macroeconómico el Gobierno puede apostar a un rebote del petróleo y a un ajuste tímido, en el plano microeconómico la situación no es tan sencilla.
La jerarquización de importaciones, medidas poco efectivas para combatir el desabastecimiento y fallas de producción se traducirán en 2009, explica Luis Vicente León, en 'inflación severa de 35% y un consumidor más sensible a los precios'.
'Podemos prever una caída del consumo entre 7 y 8% este año, tasas de interés para préstamos al alza, menos crédito', dice el director de Datanálisis.
En cuanto al crecimiento de la economía, si bien no observa una caída del PIB, vaticina un crecimiento exiguo de 0,2%.
Aunque considera que el tipo de cambio oficial permanecerá estable la mayor parte del año, no descarta una devaluación en el último trimestre que, en dado caso, estaría en torno a 25%.
Las dos caras El sociólogo y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, Luis Pedro España, considera que el Gobierno se mueve en dos discursos. Valiéndose de declaraciones del Presidente muestra un plano radical, que ha sentido el freno de los resultados electorales y otro que rechaza el extremismo e incluso, habla de tender puentes con los empresarios y la burguesía.
En su opinión, en un escenario de crisis económica privaría el ala radical y el Gobierno se fortalecerían, ya que en un primer momento podría justificar una política de controles.
No obstante, al poco tiempo esta fortaleza se desvanecería y comenzaría una etapa de debilitamiento al agudizarse variables como la escasez.
Sus proyecciones apuntan a crecimiento económico entre cero y caída de tres puntos, desempleo entre 9 y 12%, una de las inflaciones más altas del mundo y la posibilidad de que se implemente una política muy parecida a la de los años 80 que posteriormente colapsó en los 90.
Subrayó que en 2008 la propuesta bolivariana mostró sus límites con desaceleración del crecimiento, alta inflación y caída real del salario. REGRESAR |
*** noticias no disponibles *** |
|
