La caída de los precios del petróleo, probablemente conduzca a un gran deterioro de la cuenta corriente de la balanza de pagos de Venezuela, debido a una disminución de los ingresos por exportaciones de petróleo, situación que debilitará drásticamente el potencial de importación', indica el documento del Credit Suisse. 'En cuanto a las cuentas fiscales de Venezuela, en un escenario sin devaluación y un precio del petróleo en 50 dólares por barril en 2009, el déficit del sector público consolidado aumentaría a 8,5% del PIB de un índice del 4,7% que se tuvo en 2008', agrega. Esto implicaría que hay un hueco en las cuentas del gobierno por encima de 25 millardos de dólares; y con un petróleo a 30 dólares por barril y sin devaluación, esa brecha subiría a 38 millardos de dólares, monto que representaría un déficit fiscal por el orden de 11% del PIB. A criterio de esta banca de inversión, los escenarios de devaluación se hacen factibles si el promedio de la cotización del crudo no logra estar por encima de 30 dólares por barril e incluso dá muestras de bajar a 20 dólares. En ese caso, vaticinan que la decisión del gobierno y el Banco Central sería centrarse en tasas de cambio de 2,70 y 3,00 bolívares fuertes por dólar, lo que implicaría devaluaciones de 25,58% y 39,53%, respectivamente. Incluso, no desechan la posibilidad de una paridad en 3,30 bolívares fuertes por dólar, lo que sería hablar de una devaluación de 53,48%. Medida devaluacionista En informe también señala que, en cambio, con un petróleo a 40 dólares o más reduce toda posibilidad de devaluación. Sin embargo, advierte que si aún en ese hipotético escenario llegara a concretarse una medida cambiaria sería una depreciación no mayor a 10% (una tasa de 2,30 bolívares por dólar) que permitiría eliminar cualquier déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos. Aún así persistiría una brecha fiscal de 19 millardos de dólares, una cifra que representa cerca de 6% del PIB. El Credit Suisse no entra en consideraciones políticas, pero hay consenso entre varios economistas y analistas de bancas de inversión locales en cuanto a que una eventual medida devaluacionista se tomaría después del 15 de febrero, una vez realizado el referendo para la enmienda a la Constitución que permitiría la reelección presidencial indefinida, e independientemente de los resultados de esa jornada comicial. Algunos economistas tienen el criterio de que el anuncio de devaluación se haría casi inmediatamente después de la histórica jornada y antes del asueto de Carnaval con el fin de evitar un repunte en el consumo con tarjetas de crédito en el exterior durante ese feriado. Otros descartan que la medida devaluacionista se produzca en el primer semestre del año y argumentan, para sostener ese criterio, la reciente transferencia aprobada por el Banco Central de Venezuela de 12,5 millardos de dólares de las reservas internacionales al Fondo de Desarrollo Nacional. REGRESAR |