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Daban mucho que pensar las declaraciones del directivo del Banco Central de Venezuela (BCV), Armado León, sobre que el Estado venezolano debe revisar su gasto público y evitar nuevas nacionalizaciones de cara a la crisis financiera mundial, que ha mermado los ingresos nacionales. En un agresivo plan de estatización de sectores 'estratégicos' que afectó a empresas de telefonía, eléctricas, cementera y siderúrgica, mientras que estaba pendiente la anunciada compra del Banco de Venezuela, filial del español Grupo Santander. 'El peor negocio que puede hacer el Estado, por ejemplo, es salir a comprar un banco, sobre todo instituciones con conexiones internacionales y cuya casa matriz pudiera tener problemas'. Cuando él mismo fue el responsable de dejar limpio al BCV al aprobar la salida de US$12.540 millones. Algo sabía Armando León, además de que el gobierno estaba más limpio que camisa recién almidonada. Prohibido el traspaso Una de las condiciones que impuso el gobierno al Santander, es que no les iba a autorizar ningún traspaso del banco a nadie. Por cierto, no dijeron por cuánto tiempo. Así, que les guste o no, tendrán que calarse las regulaciones bancarias actuales y las que vienen. Además de que les van a revisar por qué no pagaron impuesto sobre la renta en el segundo semestre del 2008, y se quieren repartir las utilidades entre los accionistas. Por cierto, que ayer mismo, el Banco de Venezuela comenzó a contratar las multimillonarias pautas publicitarias para el 2009, que las había suspendido. Por supuesto, que hay un diario de la economía que debe estar en su lista negra. REGRESAR |
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