El Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) consagró el viernes una sesión a América Latina, donde la onda expansiva de la crisis surgida en Estados Unidos amenaza con estancar la lucha contra la pobreza y provocar un auge del malestar social y los problemas políticos.
Participaron en la sesión en esta ciudad que reúne anualmente a la élite política y financiera del planeta, los presidentes de Colombia y México, Álvaro Uribe y Felipe Calderón, y el secretario general de la OEA (Organización de Estados Americanos), José Miguel Insulza.
Los tres señalaron su preocupación por el impacto de la crisis en las inversiones, las exportaciones y las remesas -que permitieron en la última década mejorar los índices económicos y sociales del hemisferio- y por medidas proteccionistas en los mercados de destino de sus productos.
'El crecimiento de América Latina estuvo impulsado por las exportaciones. Por eso me preocupa el proteccionismo', dijo Insulza.
Hay muchos países latinoamericanos 'pequeños, que viven de sus exportaciones a Estados Unidos, del turismo y las remesas. Esos países pequeños tendrán dificultades para resistir a la crisis. Nadie quiere prestarles dinero', abundó el funcionario chileno.
Uribe y Calderón, cuyos países apostaron a fondo por la globalización, se esforzaron en disipar la imagen de un continente agitado por la violencia de los narcotraficantes y por experiencias nacionalistas de izquierda -como en Venezuela, Bolivia y Ecuador-, que carga además con el recuerdo de numerosas moratorias de deuda, incluyendo la más voluminosa de todas, en Argentina en 2001.
'Colombia, Chile, México y Brasil tienen un sistema bancario sano, tenemos finanzas públicas sanas', adujo Calderón.
'Necesitamos sacar de la pobreza a 200 millones de personas en nuestra región' y por eso es 'muy importante que los países industrializados (...) inviertan en ella', subrayó Uribe, quien poco antes había destacado ante la prensa que 'Colombia nunca declaró una moratoria'.
La víspera, el mandatario colombiano había advertido que un estancamiento de la lucha contra la pobreza podría provocar 'muchos más problemas políticos en la región'.
Otras regiones, especialmente África, expresaron en el Foro de Davos preocupaciones similares por la contracción del crédito a escala mundial.
Uribe y Calderón también se esforzaron en mostrar los avances del Estado en la lucha contra la guerrilla de las FARC y el narcotráfico en Colombia y contra las bandas que se disputan de manera sangrienta el control del tráfico de drogas en México.
En ambos casos, pidieron que Estados Unidos, mayor mercado de la cocaína, adopte medidas más severas para reprimir el consumo.
'Vamos a ganar esta batalla. Pido responsabilidad a los demás países. El mayor consumidor es la sociedad norteamericana', declaró Calderón.
El Presidente mexicano puso empeño en todos sus encuentros en rechazar temores expresados en 'círculos' de Washington de un posible colapso del Estado mexicano en su guerra contra los carteles de la droga.
'México (...) no es Pakistán', declaró Calderón el jueves en un coloquio, al denunciar percepciones negativas de su país que alimentan un 'círculo vicioso', pues frenan las inversiones que permitirían crear empleo para combatir el narcotráfico.
Calderón se refirió además a las reformas en curso en su país, sobre todo, en el sector energético, capaces de atraer inversiones. REGRESAR |