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Estamos eligiendo libremente entre dos opciones? En apariencia podría decirse que el ejercicio de voto es una de las pocas instituciones democráticas que quedan en pié. Sin embargo esta campaña, como ninguna otra, ha mostrado cómo el Gobierno ha utilizado con impunidad todo el poder a su favor.
Ministerios, organismos de seguridad, poderes públicos y empresas del Estado se fundieron prácticamente con la campaña electoral y a sus empleados se les ha obligado a participar como activistas políticos. El alcalde de Caracas es el jefe de la campaña y los organismos de seguridad, incluyendo a la FAN actúan en conjunto para apuntalar la opción oficialista.
Prácticamente el PSUV y los partidos que todavía acompañan al chavismo han desaparecido en la campaña dejando el control de las acciones proselitistas al aparato gubernamental, lo que incluye los recursos logísticos y financieros.
Si en el pasado proceso el mecanismo de imposición fue la inhabilitación de candidatos opositores, en éste, donde no hay candidatos, se ha bloqueado la propaganda a favor de NO, se amedrenta con bandas armadas o grupos de choque y se llevan a la cárcel a los jóvenes que salen a la calle a promover la opción antigubernamental.
Esto da una idea de por qué la reelección continua deviene en un sistema perverso que favorece a quienes detentan el poder y por tal motivo abusan de ese poder, tal como lo advirtió Bolívar en el Congreso de Angostura.
Esa actuación autoritaria y violatoria de principios básicos democráticos no sólo afecta a quienes en este momento se oponen a la reelección continua del Presidente y demás autoridades, también afecta a quienes militan en las filas del chavismo porque así como hoy le cierran el paso a una campaña limpia a la oposición, se la cerrarán a todo aquel dirigente que aspire a competir en igualdad de condiciones para un cargo de elección popular.
Si ya el Presidente imponía a quiénes deberían ser elegidos, avalar su permanencia en el poder, impedirá el ascenso de otros líderes que traen nuevas ideas a favor de la ciudadanía.
Lo democrático no es poder ir a unas elecciones sino ir en igualdad de condiciones y que luego se reconozca al que fue electo.
El chavismo no sólo no permite una elección libre sino que cuando pierde no reconoce al adversario, no lo deja gobernar y ataca con violencia las instituciones que no le son afectas. Esa ha sido la lección y el ejemplo que ha dado el chavismo en los últimos meses en todos los ámbitos donde ha perdido. Si eso ha ocurrido con períodos limitados de poder ¿cómo será si se eliminan esos límites?
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