El ventajismo oficialista no tiene límites, ni rutas, ni fecha en el calendario. Los autobuses del Metro de Caracas se pasean por los diversos ramales de la ciudad en abierto plan proselitista por el SÍ. Con propagandas del tamaño de la desvergüenza que cargan encima estas unidades de transporte, que son hoy el mejor ejemplo del uso y abuso de los recursos del estado, para favorecer la campaña por la reelección indefinida del presidente Chávez. Ya no hay recato, ya no hay límites, el gobierno cada vez se aleja más de las leyes y cada vez se acerca más a la condición de estado forajido. REGRESAR |